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Morelia, Mich.- Sin duda que para Víctor Manuel Manríquez González, dirigente del Partido de la Revolución Democrática en Michoacán, este domingo representa una fecha trascendental en su vida política, al dirigir la reunión del Consejo Estatal de donde habrán de salir las candidaturas al gobierno del estado, presidencias municipales, y diputaciones federales y locales.
Éste suceso dominical de las elecciones internas del PRD (en el “Día del Amor y la Amistad”) representa para el alcalde con licencia del municipio de Uruapan, la oportunidad de refrendar y garantizar su presencia con un ejercicio donde se distinga la Unidad y el pluralismo entre las altas cúpulas perredistas del estado y la misma militancia; siendo un político de acuerdos, estratega, hábil y abierto a discusiones y definiciones; quien genere la confianza dentro de los partidarios del sol azteca, para al final del día fortalecer a su partido en los comicios tan difíciles que tendrán donde participarán dentro de unos meses.
El antecedente de Manríquez González en la elección donde lograra alcanzar la presidencia municipal de Uruapan por segunda ocasión, significa un ejemplo de la gran simpatía y adhesión que tuvo Manríquez y el perredismo regional de aquella zona territorial del Estado, y que puede ser el ejemplo de cómo, a través de postulaciones acertadas, sin mano negra, el PRD podría ser un partido -o alianza en todo caso- que genere poder y fortaleza contra el adversario a vencer: el partido Morena.
La prueba no es fácil, hay grupos dentro del Partido de la Revolución Democrática que seguramente trataban de crear inercias o zancadillas para salir divididos en estas elecciones internas, lo que no es favorable para su dirigente; de ahí la trascendencia de la actitud y capacidad que demuestre el oriundo de la Perla del Cupatizio: Víctor Manuel Manríquez González, con Unidad y poder de decisión, antes que privilegios o sectarismos. / Lenin G. Medina.
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