En 1978 Jerzy Skolimowski-polaco, sí como Wajda, Polanski, Kieslowski, Sanusi, Zulawski- poyetizó un filme toral en varios rubros. Sólo quiero hacer notar el cómo está relatado. La primera vez que lo ves, quedas sumido en el enigma: ni siquiera das cuenta lógicamente de qué trata. La música de los ex-Génesis Rutherford, Banks y los sonidos incidentales aumentan tu perplejidad. Luego, después de la la segunda vista, escribes tus preguntas:
1. Qué sucedió primero, cuál es el pasado en el relato. Porque no es como se presentifica, no va en esa secuencia la lógica de la verdad: el montaje de Skolimowski es un tour de force, un verdadero prodigio…
2. Quién es el actante axial y axiológico que te está narrando la trama, o… son varios y alguno ya está muerto.
3. Qué es aquí lo real cinematográfico y qué lo metafísico o fantástico.
4. ¿Es realmente el final, el verdadero final del relato? No es para todos los paladares: es COMO un plato moscovita de rodajas de pescado sierra con sabor hierofántico y ni los tragos de vino rojo ni la ensalada telúrica, te salvan de las espinas…tu logos puede quedar atravesado, eliminado en las claves de la interpretación. Ahora en Blu-Ray ver a Alan Bates, Susannah York, John Hurt, Robert Stephens, Tim Curry, es el plus de esta obra de arte. Nota bene:
El filme-considerado de terror-está basado en un short story del gran Robert Graves-poeta, novelista mitólogo y mitopoyetólogo él mismo-. Jamás lo he querido leer y mira que lo tengo en inglés y en español: tengo miedo que al leerlo mi objeto petite a, se desvanezca entre mis dedos como granos.
Juan Heladio Ríos Ortega
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