Una novela que vale la pena citar es «El espía que me amó», de Ian Fleming , la cual fue publicada en 1962. Cuando la saga de filmes del agente 007, ya era una realdad. Inició en aquél año.
La obra no es más que las memorias amorosas de una chica Bond. De hecho el agente aparece en menos de la mitad de la historia. Aunque su entrada en el contenido es triunfal. Hay una sexualidad un poco más explícita que en otros libros del personaje. Por cierto es curioso el asunto de que ‘El espía que me amó» es la construcción del personaje femenino en primera persona.
La obra que hablamos nada tiene que ver con el filme de 1977, de Lewis Gilbert, quién solo dirigió este título y Moonraker, ambas protagonizadas por Roger Moore, pero a nivel de construcción del personaje es muy valiosa la novela. Al principio algo desconcertante, vale la pena verla y considerar el fondo y argumento. / Juan Barrientos Figueroa.
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