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- Se demuestran los acuerdos que tienen arriba, comenta
- Se unen para enfrentar a MORENA, añade
Andrés Manuel López Obrador manifestó que ayer los integrantes del PRI se volvieron a descarar nombrando al panista Ernesto Cordero como presidente de la mesa directiva en el Senado de la República.
“Ayer se volvió a demostrar que ya tienen un arreglo arriba; no va a ser fácil que lo aterricen, pero quieren jugar con dos candidatos para enfrentarnos”, aseguró el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA.
Durante gira por municipios de Sonora, sostuvo que tres meses antes de las elecciones del 2018, el PRI y el PAN —que son lo mismo— se van a unir para enfrentar a MORENA que va a arriba en las encuestas a nivel nacional.
Indicó que en el PRI quieren a José Antonio Meade, actual titular de la SHCP, porque es el recomendado de Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, “pero en las encuestas no pinta, está (Osorio) Chong arriba”.
“Y en el PAN quieren limpiarle el camino a la esposa de Calderón, Margarita Zavala y por eso hay ataques contra el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle y el presidente del PAN, Ricardo Anaya, es un arreglo arriba”, añadió.
En asamblea informativa en Magdalena, Sonora, recordó a Luis Donaldo Colosio, “originario de aquí, que fue cobardemente asesinado, víctima de una pandilla de rufianes”. Por eso se tiene que seguir luchando en todo México para que haya justicia y se acabe con la corrupción que tanto daño le ha hecho a nuestro país.
Insistió en que MORENA está en primer lugar a nivel nacional y por eso es importante seguir adelante, buscando un cambio verdadero, que no es ambición al poder por el poder, ni una lucha por cargos.
“No nos confiemos, no pensemos que va a ser fácil enfrentar a una mafia que no quiere dejar de robar y van a hacer todo, ya estamos viendo que apuestan a engañar”, explicó.
A los asistentes a las asambleas en Imuris y Santa Ana, agregó que los mañosos aplican una técnica que utilizaba el asesor de Aldolfo Hitler, Goebbels que decía que “una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad”.
Actualmente, señaló, “repiten que México será como Venezuela, si gana MORENA en el 2018, lo hacen para espantar”.
“No vamos a inspirarnos en ningún gobierno extranjero, no tenemos nada que ver con el gobierno de Venezuela, no conocí al finado Hugo Chávez, no conozco a (Nicolás) Maduro; no conozco a Donald Trump, pero sí conocí a Colosio”.
Recordó que en días recientes, hasta el priista Enrique Peña Nieto le entró a la calumnia: “es un vulgar calumniador, hablando que puede pasar en México lo que actualmente pasa en Venezuela”, y aseguró que esa campaña para espantar la van a intensificar.
En entrevista con medios de comunicación, López Obrador, aplaudió que la gente de Sonora está despertando políticamente, porque ya está harta del PRI y del PAN y “nos está dando su confianza”. Insistió en que es muy positivo el que la gente tenga una nueva mentalidad.
En Sonora, dijo, y en todo México, vamos a ganar, pero en el norte será la gran sorpresa. Recordó que toda la frontera de México se convertirá en una zona libre, franca, bajará el precio de los combustibles que costará lo mismo de este lado (México) que del otro (Estados Unidos).
Comentó que en 2018 MORENA va con la gente, sólo hay un acuerdo con el Partido del Trabajo, porque fue el único partido que apoyó en el Estado de México en las pasadas elecciones.
Explicó que el PAN va a ir con el PRD, porque ya los puso de acuerdo (Carlos) Salinas y el PRI, va con sus socios de siempre, en referencia a otros partidos políticos.
Sobre el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padres, el presidente del CEN de MORENA, dijo que se olvidó de la gente, se dedicó a robar, pero no deja de ser un chivo expiatorio “porque así como él, son todos los corruptos. Tendríamos que llamar a cuentas a Peña, mejor”.
López Obrador rechazó que el principal problema de México sea la pobreza, la inseguridad o la violencia, al enfatizar que el origen de todo está en la corrupción.
Insistió que al triunfo de MORENA no se trata de reducir, aminorar o mantener a raya la corrupción, sino acabar con ella, erradicarla totalmente.
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