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Cursaba el sexto año de primaria cuando en un puesto de periódicos descubrí el primer ejemplar de Los Supermachos, aquel donde aparecía Chon Prieto en la portada preguntándole a los lectores «¿Qué me ven?». Era 1966, lo recuerdo bien. Desde el inicio me pareció muy interesante y sobre todo, diferente a lo que conocía a mis 12 años de edad como el Chanoc, Memín,
Los Supersabios y los cuentos (así les llamábamos en aquel entonces antes de empezar a sucumbir ante anglicismos como «comic»), de Walt Disney, Superman, Batman y demás fantasías gringas. Rius nos hablaba de la realidad mexicana y llegó a mi vida muy oportunamente, empezando mi adolescencia, período formativo muy importante.
Gracias a mi padre que llevaba la revista a casa cada semana y a Rius tuve acceso a información sustancial que me ayudó a tomar conciencia y formación sociopolítica, tal vez mejor que en las aulas o por lo menos, más comprensible. Y llegó el 68 que solamente ratificó lo que Rius plasmaba en el miscrocosmos de San Garabato. Por él fuimos una generación que adquirió conciencia en buena medida. ¡Gracias maestro y buen viaje! Víctor Moreno
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