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-El presupuesto limitado del FONDEN limitará el margen de respuesta de las autoridades al momento de registrarse contingencias por fenómenos naturales
Existen riesgos reales en la capacidad de respuesta a contingencias generadas por fenómenos ambientales en este 2019, esto debido al recorte de los recursos federales para atajar los problemas del cambio climático que abarca al Fondo Nacional de Desastres Naturales, apuntó el diputado Norberto Antonio Martínez Soto, integrante de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado de extracción perredista lamentó que para este año el Gobierno Federal haya determinado un recorte de 22.3 mil millones de pesos a los recursos destinados a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático en el país, los que representa una disminución del 38.7 por ciento a lo que se venía destinando en la materia.
“Esa disminución de recursos viene a impactar directamente al Fondo Nacional de Desastres Naturales, lo que limitará el margen de respuesta de las autoridades al momento de registrarse contingencias por fenómenos naturales”.
El también presidente de la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública en la LXXIV Legislatura Local recordó que FONDEN fue establecido a finales de los noventa como un mecanismo presupuestario para apoyar de manera eficaz y oportuna a la rehabilitación de la infraestructura federal y estatal afectada por desastres naturales.
Tony Martínez señaló que las afectaciones por el recorte al FONDEN para Michoacán pueden resultar serias, más si se toma en cuenta que la entidad por ejemplo ocupa el tercer lugar en el país en incendios forestales.
“Esto implicará que la entidad deje de contar con la cantidad de recursos suficientes para hacer frente a las contingencias o afectaciones que se presenten en el territorio en los próximos meses, esto pese a las acciones preventivas que ya instrumenta la autoridad estatal”.
Finalmente el diputado local por el Distrito de Hidalgo agregó que la ausencia de recursos suficientes que garanticen la eficiencia de los mecanismos de preparación y atención de emergencias y de una adecuada actuación para hacer frente a los desastres puede crear dificultades y demoras en la respuesta, lo que podría agravar las consecuencias en términos de pérdidas humanas y económicas.
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