Para ellos no hay llorar de campanas
ni toques de dos o tres: ton, ton, ton,
ni clamor hiriente sonando lento.
Para ellos no hay llamar a misas de difuntos.
Las catedrales, iglesias y santuarios,
están en silencio, no hay murmullos,
sin almas llorando a sus muertos,
ni rogando perdón al Altísimo.
Desde casa, doblamos la rodilla mirando el cielo,
pidiendo perdón, piedad y misericordia,
por las almas que en silencio han partido,
rogamos a Dios los acoja en su morada.
Y tal parece el cielo nos escucha,
y se va oyendo una melodiosa orquesta,
con armonías lánguidas y cantos tristes,
lamentos afligidos de dolor y de congoja
tocando en Re menor el Réquiem de Mozart.
¡Réquiem!
Por las almas que han partido,
por los caídos en la batalla contra el virus,
aquellos que les tomó por sorpresa,
o incrédulos pensaron que no les tocaría.
Por los de todos los rincones de la tierra.
Por los simples y poderosos que han partido.
Por los que se han quedado sin nombre,
convirtiéndose en un número más
de la estadística del virus de la muerte.
Solo un número pegado en su ataúd
de madera o simple bolsa de plástico.
En cantidades van sin flores ni reliquias,
a las fosas de las zancas de los valles.
Los que perdieron su batalla con la muerte.
terminando en la soledad de un nosocomio,
y se fueron sin despedida, ni abrazos, ni sollozos.
Por el miedo al contagio de los suyos.
Para ellos, por los que han partido, te pedimos:
¡Piedad para ellos Señor!
¡Misericordia y perdón Señor!
Amén.
Y mañana…
Mañana quizás pidamos otro Réquiem,
por los soldados que aún están en la batalla,
los de primera fila, los de las batas blancas,
o los que estamos asustados si nos toca,
o los inconscientes que se sienten intocables.
Por eso ahora…
Ahora debemos pensar en nosotros y en los otros,
formando retaguardias y defensas, protegiendo
con fiereza, a aquellos; los de todas las edades,
de tu casa y de la mía, de tu pueblo y del mío,
a los soldados de la primera línea de batalla,
los guerreros de los hospitales, los batas blancas,
manteniendo un escudo de distancia entre nosotros.
Laura Ramos. 15/04/2020
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