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CDMX.- Hoy se celebra el día del músico, palabra que encierra mucho más de lo que para algunos significa ser «artista». Tal vez sea la profesión más ingrata y subestimada, sobre todo en la actualidad que se piensa que con tecnología se puede sustituir la pasión y el compromiso a la hora de subirse a un escenario. No obstante, no hay dinero que pague la satisfacción que se siente cuando un minusválido haciendo un esfuerzo adicional dado su condición, acude a verte tocar y te premia con su aplauso, una sonrisa o un abrazo. O esa niña que hiciste llorar sin querer al interpretar una canción que solamente ella sabe cuántos recuerdos o vivencias se movieron en su interior debido a ello. Hoy es el día de todos los músicos; los académicos y los empíricos, los prósperos y los que viven al día, los disciplinados y los que no ensayan, los que tocan en Bellas Artes y los que tocan en la banqueta… los inflados y los olvidados. Quienes decidimos dedicar nuestras vidas a esta profesión entendimos que se trata de un viaje sin regreso y aquí estaremos mientras haya gente que le interese escucharnos. Por este medio le mando un sincero abrazo y mi reconocimiento a todos y muy particularmente a quienes la están pasando mal por problemas de salud y a quienes ya se nos adelantaron. Y apelando al correcto manejo de nuestro lenguaje dejo claro que al referirme a todos también incluyo a las mujeres que con su talento y participación engrandecen al gremio del cual me declaro el más modesto y humilde de sus integrantes. Mis respetos.
Texto, Víctor Moreno, músico mexicano.
Imagen, en una entrevista con en el programa de Ruth Milca Rojas Joyner que se trasmite desde la ciudad de Toluca.
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