Mayor participación ciudadana; anulación de elecciones; disminución de prerrogativas a los partidos políticos, impacto en su presupuesto y replanteamiento en sus políticas de acción serían las medidas de la iniciativa.
Ciudad de México, a 07 de marzo de 2017.- La senadora Iris Vianey Mendoza manifestó que el abstencionismo por parte de la ciudadanía al ejercer su derecho al voto es un tema complejo, ya que refleja el desencanto de los ciudadanos hacia los partidos, hacia los candidatos o simplemente hacia el sistema político en general; una desconfianza que ha aumentado con el paso de los años.
Por ello, la legisladora del Grupo Parlamentario del PRD presentó una iniciativa con proyecto de decreto que reforma el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el fin de dar validez al voto nulo, con todas consecuencias que ello implica, como una forma de participación ciudadana con resultados imperativos y reales.
Al argumentar su iniciativa, detalló que con esta medida se le puede ofrecer otro motivo a los ciudadanos para acudir a las urnas, al igual que se puedan anular las elecciones cuando el número de votos nulos supere a los válidos, la diminución de las prerrogativas de los partidos políticos como consecuencia de reconocer los votos anulados.
Ante este esquema, explicó, la anulación de votos impactaría en el presupuesto de los partidos políticos y se obligaría a que replanteen sus políticas de acción y trato con los ciudadanos.
“Los organismos electorales y los partidos políticos tienen la obligación de dar impulso a la participación ciudadana, pero esto no se logra solo mediante foros, cursos y comerciales televisivos que invitan a los ciudadanos a votar, hay que poner sobre la palestra una opción que también les permita no elegir”, indicó.
Vianey Mendoza informó que el número de ciudadanos que eligió al actual Presidente de la República fueron solamente 19 de 84 millones de ciudadanos registrados en el Padrón Electoral, o de 79 millones registrados en el listado nominal. Por lo que el porcentaje real con el que ganó las elecciones el Ejecutivo federal es de 24.16 por ciento.
“Con esos números, la legitimidad de los partidos políticos se tambalea vigorosamente, y si los confrontamos con el 37.20 por ciento de abstencionismo reflejado en las últimas elecciones presidenciales, y el 4.76 por ciento de los votos nulos que hubo en las elecciones federales de 2015, nos damos cuenta de que los ciudadanos desaprueban no solo a los partidos, sino a los propios candidatos”, reiteró.
Para la legisladora perredista los ciudadanos que acuden a anular su voto o la simple ausencia de ejercer su derecho electoral es una expresión de disgusto que debe ser reconocida y regulada en un país que se presume de democrático.
“Si ofrecemos a los ciudadanos la oportunidad de anular su voto con el reconocimiento y la trascendencia legal que ello implica, podemos garantizar una mayor participación ciudadana, sobre todo de aquellos que se abstienen de votar, y que representan casi el 40 por ciento de ciudadanos del listado nominal”, mencionó.
En el caso del presupuesto de los partidos políticos, la legisladora sostuvo que uno de sus fines es promover la participación del pueblo en la vida democrática; entonces lo ideal es que la distribución del presupuesto sea en todo momento por el número de ciudadanos que activamente participan en la vida democrática y no por el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral.
“El voto nulo debe tener la trascendencia y el poder de disminuir el presupuesto de los partidos, los ciudadanos que no se sienten representados por los partidos deben ser excluidos de la fórmula del financiamiento, de tal manera que se legitime un poco más la entrega de recurso público para esos fines”, subrayó.
También Mendoza Mendoza puntualizó que el Sistema Electoral Mexicano, reconoce tres tipos de votación según la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales: la votación total emitida, la votación válida emitida y la votación nacional emitida. De acuerdo con lo anterior, los votos nulos, no se encuentran regulados como una forma de expresión válida por los ciudadanos.
“Esta iniciativa tiene como objetivo fundamental establecer con claridad la validez del voto nulo, con todos los alcances y consecuencias jurídicas que pudiera tener, una de ellas, se encuentra en el sistema de nulidades electoral, si los votos nulos depositados en las urnas representaran el porcentaje más alto en los resultados electorales, entonces, estaríamos ante un imperativo ineludible en que la sociedad habría manifestado su voluntad”, resaltó.
Añadió que ésta sería una forma de presión ciudadana hacia los partidos políticos, y hacia las candidaturas independientes, en la que se verían obligados a presentar mejores opciones y rendir cuentas claras a fin de mantener la simpatía del electorado.
Por último, aseguró que el voto nulo “sería una forma en la que se obligaría, a los partidos políticos a mejorar su oferta, ante la posibilidad real de que los ciudadanos anulen las elecciones, de tal manera que se tendría que convocar a unas elecciones extraordinarias en las que ya no podrían participar los candidatos que jugaron en las elecciones ordinarias”.
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