Teoría y praxis de la vejez:
Inevitables confesiones que no te salvan de parecer ridículo hipocondriaco.
Recordanza:
1. A los 66 años cumpliditos, cualquier dolor de cara, cefalea, lentitud de la diuresis, te lleva a pensar en cáncer.
2. Te obsesiona el resultado de tu prueba de antígeno prostático, el cáncer de próstata no perdona ni a los cinéfilos.
3. Envidiando a Javier Batiz y a Robert Plant, cuidas con esmero cada uno de los cabellos que te quedan.
4. Si subes de peso, las articulaciones de cadera y rodillas son unas solteronas hipersensibles que luego, luego te la mientan y te castigan con artralgias.
5. Por supuesto que siempre recibes con amor la vacuna contra la Influenza, te consta que te protege cual Orco enfurecido de los gnómicos y trasgosos viruses.
6. Lípidos sólo de los aguacates; naranjas sí, pero no en jugo, te comes todos los gajos, lo mismo para cualquier cítrico.
7. Los salmones y los robalos son tus grandes compañeros de mesa.
8. Tienes que cuidar tus ojitos de los rayos carcinogénicos de Phebus, Tonatiuh o Soleil.
9. Los filtros solares contra el cáncer de piel son una renta imprescindible.
10. El seguro de gastos médicos mayores, no es cualquier cosa.
11. La báscula es tu centinela amorosa: te marca los gramos que aumentas o disminuyes y te aconseja afablemente a regular tu alimentación.
12. Plegaria: quiero vivir sin odontalgias, sin dolor de ningún tipo.
13. Si en once meses se te mueren trece personas- familiares amigos colegas- sientes que tu vida pierde peso existencial y te sientes frágil, demasiado…
Así sea.
Y total, para que tiemble y se caiga tú casa, o que te atropelle un hípster beodo, o que te toque una bala sabatina perdida de una balacera de narcomenudistas de la Guerrero.
Ni modo, es la vejez mía, en «este valle de lágrimas».
El asunto no es cómo te ves, ni cómo crees que te ven, ni cómo quieres que te vean. El asunto es cómo te sientes.
Estamos vivos de milagro: nuestro cuerpo trabaja hacia la entropía, la desorganización y la muerte.
Vivimos del azar: de la interacción-impredecible-de nuestra biología y nuestro entorno.
Juan Heladio Ríos Ortega.
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