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El rock ha desaparecido de todo artefacto musical popular, el autotune y el kick drum del hip-hop transmutan en música pseudo-jamaiquina escuchada como trans-muzak de crucero supermarket por el Caribe; aceite de THC para híbridos sin asperezas, el doom-world al que apelaba y curaba de cierta forma el roots-re-mix dubero , filtrado y ahora visto en 4k con el toque EDM necesario para acabar «forevah and evah» con los excesos del «rockismo» (Mark Fisher dixit).
Metástasis de la vieja balada pop y el «latinismo» de Shakira ahora clonada como pre-programa basado de cierta forma en la teoría del virus digital hecho sonido de Aphex Twin pero llevada a un lego virtual de melodías etnificadas por la base de datos estilística de una red de AI que confirma qué elementos de cada Crossover que se ha hecho en la historia de la música pop se correlaciona con el índice de ventas y los gustos capitalizados y re-capitalizables a través de todos los discos editados jamás y que decide cuáles de estos pueden ser funcionales 24 horas al día sin importar en qué ciudad estés: Barcelona, Paris, Miami, San Juán, NYC, L.A. o en cualquier bar de cualquier centro comercial de cualquier ciudad insignificante.
Restablecimiento de la estética United Colors Of Benetton con reality de vida precaria incluido, una ética World Music adquirida como sample-cut library de corrección política multidudinaria y gesto Soul (en la modulación vocal al final de cada frase) de acción afirmativa modelada en American Idol. Pasadizo que parece que conecta con el pasado pero que es la coartada-corte transversal cultural-política de una música reducida sólo a música, anti-narrativa, sonido sin particularidad, exageración del contexto que descontextualiza, decir Urban para sobre-expresar temáticas, para equiparar destinos previsibles, la obsolescencia programada de la Street Life.
Músicas para ser cualquier música, música para sonar como todas las músicas a cada instante. Singularidad de un universo sonoro autosuficiente sin historias y claro desde hace tiempo ya sin Historia, el VERDADERO TRIUNFO DE LA NOVEDAD…EL FUTURO SE AUTOCOMPLETA, EL «ARTISTA» ES CADA VEZ MENOS QUE LA «OBRA», LA OBRA SOMETE AL ARTISTA QUIEN SÓLO APUNTA EL CAPTCHA COMO FALSO REQUISITO para acceder Y REPRESENTA EL ELEMENTO HUMANO DEGRADADO, ESLABÓN YA NI SEXUALIZADO (Madonna) O DROGADO ( Michael y Prince con los anestésicos, Whitney Houston aún tuvo opción de destruirse con crack, hasta Amy con el alcohol y la heroína,pero el cerebro aún eran asset y todos ellos habían conocido el God Ol’ Show Biz cuando la música aún se hacía para que las audiencias la escucharan).
No se ha llegado aún al extremo de lo japonés y sus celebridades holográficas de Vocaloid, ¿Por qué será? ¿Por qué Occidente le tiene aún tanto temor a los monstruos artificiales y a los robots? ¿Por qué tanta obsesión por el talento humano que no lo hacemos de una vez por todas prescindible? ?
P.S. Calvin Harris es el único que sigue siendo un compositor pop a la vieja usanza dentro de este nuevo 3D print sónico. Rara Avis cuyos temas aún remiten al hecho de ‘crear música» y de usar el catálogo de sonoridades como referencia a una experiencia compartida históricamente con las audiencias. /Ángel Sánchez Borges.
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