¡Magistral, Caifanes!
El Rock Mexicano ha venido construyéndose por poco más de 60 años y en ese trayecto han surgido diferentes propuestas, diferentes voces y sentimientos en diferentes momentos. En la década de los noventas con el disco «El Silencio»,
Los Caifanes lograron consolidar su carrera debido a que en él amalgamaron texturas y sonidos arraigados en el imaginario colectivo, fincados en letras bien estructuradas y pretenciosas.
Es un disco que lo mismo conecta con el chopero que con el burgués, con el capitalino o el provinciano, con hombres y mujeres.
Es un retrato del momento que se vivía en nuestro país cuando salió a la venta y quedó grabado en la historia sobre todo porque fue el último que realizarían juntos Sabo Romo, Alejandro Marcovich, Diego Herrera, Alfonso André y Saúl Hernandez. Para bien y para mal.
Es un disco que logra reflejar esa mexicaneidad tan buscada por algunos rockeros y que muy pocos lograron manifestar a través de su música como ellos que surgieron de las filas de la marginalidad para colocarse a la cabeza de todo un movimiento cultural de gran impacto en su generación. Hay varias piezas en este disco que llegaron a convertirse en emblemáticas en sus conciertos, en lo personal me quedo con «Piedra», rola que deambula a través de un nostálgico dejo sicodélico para llegar a un solo de guitarra ejecutado por Adrian Belew y cuyo final resuelven deliciosamente migrando la síncopa de la sección rítmica a la sección de alientos de una banda de pueblo. ¡Magistral!/ Víctor Moreno, músico.
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