La Escuela Secundaria Federal para Trabajadores Licenciado “Benito Juárez”, tuvo sus orígenes en aquellos tiempos del Uruapan del ayer.
Precisamente, el jueves 17 de febrero de 1955, alrededor de las 18:30 horas se reunieron por primera vez en la escuela primaria estatal “Vasco de Quiroga” (ubicada en la calle Juan Ayala) un grupo de entusiastas maestros y aproximadamente 14 alumnos para iniciar las clases en una nueva escuela de nivel secundaria que definitivamente vendría a solucionar el problema escolar que imperaba en el municipio de Uruapan, para dar educación a obreros, empleados, padres de familia, gente con oficios, adultos, etc., que no podían continuar sus estudios por falta de una institución que impartiera la cátedra por las tardes, dado que por sus distintas actividades o condiciones particulares, a la mayoría de los interesados les era imposible estudiar en el turno matutino que ofrecía la Secundaria Federal (ESFU 1).
Fue así como surgió desde aquel memorable día, la Escuela Secundaria Nocturna por Cooperación denominada “ESNPC”, misma que oficialmente abriría sus puertas a los uruapenses unas semanas más tarde, justamente el 21 de marzo de 1955, fecha del natalicio del Lic. Benito Juárez, razón por la cual el plantel posteriormente tomó ese nombre: Escuela Secundaria para Trabajadores Licenciado “Benito Juárez”.
Es muy interesante saber que el sitio donde se impartieron las primeras clases a ese pequeño grupo de alumnos deseosos de continuar su educación fue el citado inmueble de la Vasco de Quiroga, en horario vespertino.
En otras palabras, el 21 de marzo de 1955, se celebró la solemne inauguración de una escuela que marcaría el inicio en el progreso educativo de Uruapan, pues, ¡cuántas generaciones no han egresado de ese centro del saber!
Volviendo al día de la inauguración, en aquella inolvidable fecha se contó con la asistencia de las autoridades civiles y educativas del municipio, quienes exactamente a las 20:00 horas declararon formalmente abierta al servicio de comunidad estudiantil del Municipio de Uruapan la ESNPC.
Para el acto se preparó un programa diseñado con esmero. Se llevaron a cabo honores a nuestra Enseña Patria por la Banda de Guerra de la ESFU diurna, habló a los asistentes un alumno de la secundaria naciente; se escuchó una pieza musical y una declamación al Benemérito de las Américas; para enseguida escuchar un trío de cancioneros locales.
A continuación, tocó la intervención del director de la escuela recién fundada profesor Roberto Gutiérrez Armas. También actuó la soprano Ana María Zamudio y el conjunto coral que dirigía esta talentosa señora, y finalmente, antes de hacer honores a la bandera, dirigió unas palabras el educador Serafín Contreras, director de la Escuela Normal de Morelia.
En relación al número de alumnos que iniciaron sus estudios en la Benito Juárez aquél 21 de marzo, originalmente ingresaron casi veinte alumnos, aunque pasados algunos días se inscribieron más alumnos, ya que para el cierre del ciclo escolar, el 30 de noviembre de ese año, y en un acto literario-musical, se les dio una constancia a 51 alumnos que terminaron su primer año de instrucción primaria, los primeros 51 jóvenes y adultos que llevaban a feliz término su primer grado del nivel medio en la historia de la educación adulta que se registraba en nuestra ciudad.
No podemos dejar de mencionar que la secundaria para trabajadores –la de “Los Tecolotes”, como se les llegara a decir- -se creó con sacrificio, lucha y dedicación de varios profesores, entre quienes se encuentran en primer lugar el profesor y director fundador Roberto Gutiérrez Armas a quien en verdad se debe la creación de la escuela y también a la estimable profesora Lucina Ortega Romero, subdirectora al iniciar las actividades la ESNPC, y quien por muchos años estuvo al frente de la dirección de la Benito Juárez.
Haciendo un paréntesis, al profesor Roberto Gutiérrez Armas lo ayudó el general Lázaro Cárdenas para que trabajara en el magisterio michoacano a pesar de que no contaba con los estudios de la carrera magisterial terminados, motivo por el cual muy pronto la profesora Ortega Romero tuvo que hacerse cargo del plantel, ya que oficialmente el maestro Gutiérrez Armas no podía fungir como director debido a la falta del documento que lo acreditara, aun cuando le sobraba capacidad para serlo, no cabe la menor duda, ya que destacó como un excelente mentor. Por tal razón, haciendo justicia a su labor, debemos reconocer que él fue quien inició las gestiones y organizó al grupo fundador para crear la ESNPC, y la que continuó con amplia capacidad y solidez el destino de la escuela por varias décadas fue la profesora tan querida, Lucina Ortega Romero.
Por otra parte, en cuanto a la plantilla de maestros, la dirección del novel plantel en sus primeros años invitó a que apoyaran el proyecto a mentores de la localidad, entre quienes debemos citar a los profesores y profesoras siguientes: Rafael M. Vega (fundador del famoso Colegio Fray Pedro de Gante), María Elena Román G., José Aguilar G., Ana María Zamudio de A., Ernestina Jaime, Juan Martínez F. (poeta y artista), Teresa Magaña Silva (destacada en la política cultura), Abundio López y Juan Barrientos (reconocido en su labor de dibujo y pintura); los galenos Carlos Caballero y José Ceballos Maldonado (reconocido escritor), y el Ing. Heliodoro Espinoza, entre otros.
Ya con el paso del tiempo y cuando las necesidades de la escuela lo requirieron, se incorporaron otros maestros para llenar los espacios vacíos de las distintas cátedras en los tres grados: primero, segundo y tercero, y los respectivos grupos que se abrieron.
Para los anales de la historia de la Escuela Secundaria Federal para Trabajadores Lic. Benito Juárez, no podemos dejar de anotar a los alumnos de la Primera Generación 1955-1957, quienes, junto con el profesor Gutiérrez Armas y la maestra Ortega Romero, deberían por lo menos mencionarse en los actos que año con año realiza la institución al conmemorar su fundación. Inclusive el profesor Roberto Reyes Pérez fue otra autoridad que apoyó a la escuela, ¡y de él ni quien se acuerde! Decir que a él se debe el enorme impulso educativo y cultural que tuvo Uruapan por muchos años, en materia institucional.
Los alumnos de la primera generación de “La Benito” fueron: Elvira Alfaro Díaz, María Alvarez Lemus, Etelvina Ballesteros Ramírez, Lucila Cázares Moreno, María Chávez Negrete, Graciela Chávez Negrete, Josefina Chávez Negrete, Consuelo Herrera Solís, Isabel López Guillén, María Luisa Magaña Herrera, Ana María Magaña Silva, María Teresa Méndez Peralta, Silvia Pacheco Chávez, Raquel Rentería Saucedo, Guillermina Rivas y Lara, Amparo Velázquez Altamirano, Enrique Cendejas y Zúñiga, Armando Farías Montero, Felipe Gutiérrez Govea, Mario Herrera Bermúdez, Jesús Hernández Acuña, Gustavo Luna Sánchez, José Luis Quesada Gutiérrez, Guillermo Ramos Contreras, Maximiliano Rivera Camarena, Bulmaro Silva Granados, Ricardo Tafolla Alfaro, Elías Tea Martínez y Javier Velázquez Altamirano.
La ceremonia de graduación de la generación saliente fue realizada el 29 de noviembre de 1957 en recinto del desaparecido Teatro Cine Emperador Tariácuri –ubicado en el Portal de Oriente, Hoy Santos Degollado- a las 21:00 horas, donde se efectuó un rico programa cívico-cultural con motivo de la clausura de las labores educativas.
En el evento hubo canto, poesía, música y baile. Intervino Gabriel Zamora, alumno de segundo año. La compañera del tercer año Silvia Pacheco Chávez declamó el poema “Irás sobre la vida de las cosas”, de Enrique González Martínez. La reseña del plantel la hizo el alumno de tercer grado, Enrique Cendejas y Zúñiga, hermano de quien posteriormente terminó su carrera religiosa, es decir, del conocido padre Bulmaro Cendejas (+).
El destacado escritor y autor del polémico libro de cuentos llamado “Blas Ojeda”, doctor José Ceballos Maldonado, catedrático del plantel, intervino para enviar emotivamente un mensaje a los alumnos graduados.
Correspondió al Presidente Municipal, el comerciante y altruista Rafael Ledesma Medina hacer la entrega simbólica de los certificados a los alumnos salientes.
Bajo la dirección del músico y profesor Santiago Cendejas Coria se presentó la actuación del Orfeo de la Escuela Secundaria, siendo el locutor Alfredo Ruiz Pérez (ALRUZI) el maestro de ceremonias, durante todo el desarrollo del programa.
Cabe decir que desde un principio la escuela estuvo aprobada por la SEP y cumplió con los requisitos correspondientes.
Como se dijo, las primeras clases de la ESNPC se realizaron en la Vasco de Quiroga, ahí los estudiantes entraban a las 18:00 horas. En ese tiempo ahí vivía el profesor Roberto Gutiérrez. Fue cuando la escuela lucía la construcción antigua, paredes de adobe, dos corredores, de teja, espaciosa. Precisamente era una edificación de la época del Porfiriato.
La ESNPC arrancó con un solo grupo para el primer grado. Sin embargo, ya en 1957 se integraba por cuatro grupos (dos de primero, uno en segundo y otro en tercero), pues la demanda estudiantil requería un salón extra para primer grado, aun cuando el segundo y tercer año tenían sobrecupo. Dicho de otra forma, se el alumnado creció con el paso de sus primeros años de vida.
Haciendo un paréntesis, en ese entonces, al fondo de la Vasco de Quiroga existía un foro que era habilitado como teatro y al centro se hacían los interesantes encuentros de Básquet Bol y Voleibol. Dicen que desde entonces ya se hablaba de un túnel que había en ese lugar que daba al templo de San Francisco, pasando por la plazuela de Donato Guerra.
Algo que distinguió a la dirección de aquél 1955, fue su labor de gestión para las necesidades primarias de la escuela. Fue tan meteórico el crecimiento de la ESNPC, que para el año en referencia se reunieron fondos a través de una campaña a fin de contar con un laboratorio de química.
La gente de Uruapan siempre se distinguía por su generosidad en ese tiempo. Empresas, personas altruistas, padres de familia, negocios y hasta alumnos lograron reunir alrededor de 1,200.00 pesos para iniciar la compra de instrumental para laboratorio.
De los que participaron con sus donativos, recordamos a La Resinera Uruapan S.A. de C. V. y al Ing. Heliodoro Espinoza; a los comerciantes y señores Emilio Moreno, Eduardo Martínez López, Salvador Martínez Aceves, Luis Cuadra, Enrique Lázaro, José Paz, Jesús Rangel, Bulmaro Silva G., J. Jesús Gutiérrez, Manuel García y E., Cendejas y Z.; también apoyaron la Automotriz Comercial, La Nacional, Restaurante Cupatitzio, Agencia Chevrolet, Alianza Automotriz, Autotransportes Mexicanos y Mercantil Moderna; las señoritas Lucila Cázares M., Rosa María Morfín, María Luisa Magaña y Guillermina Rivas Lara, así como el doctor Salvador Moreno Alvarez hicieron su cooperación.
Continuando con el origen de la secundaria, a los alumnos de “La Benito” les dieron clases los primeros dos años en la Vasco de Quiroga y posteriormente, aunque no mucho tiempo, los mandaron a unos salones de la Escuela Primaria “Eduardo Ruiz”, situada a un costado de la Primaria Ignacio Manuel Altamirano. Para entonces la ESFU (La Uno) se hallaba en el edificio antiguo del Hospital Civil “Mariano Jiménez”, en la calle Pino Suárez (antigua Calle de la Industria), donde posteriormente se establecería definitivamente la Escuela Secundaria Lic. “Benito Juárez”, pues desde 1968 ya funcionaba ahí; y como sabemos en 1975 lo haría la “Moisés Sainz”, impartiendo sus cátedras por la mañana.
Para concluir, alrededor de 1970 “La Uno” se trasladó a su edificio definitivo rumbo a la central camionera, entre el Frac. Don Vasco e Infonavit Balcones, en donde funciona en la actualidad y hoy lleva por nombre: “General Lázaro Cárdenas”.
Terminamos esta intervención con el compromiso de volver en otra edición más de “Tiempo del Michoacán”, para dar continuidad a la segunda entrega sobre “La Benito”. Escuela que me abrió sus puertas cuando cursé el primer año, grupo “F”, el de los Pitufos, por ser los más chiquillos del plantel, ¡qué recuerdos tan gratos!
Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.
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