A un año de la muerte de don Mario Almada no pude dejar
de recordar a un folclórico presidente municipal de Gómez
Palacio, Durango. Resulta que al conmemorar la celebración
de un grito de Independencia, dijo al pueblo congregado
los tres nombres conocidos de los insurgentes libertadores:
Hidalgo, Allende, Morelos. Quiso extenderse y no encontró
más nombres en el cajón de su memoria. Alguien lo intentó
ayudar y le dijo por lo bajo: “¡Vivan los hermanos Aldama!”
El aventado alcalde dijo a voz en cuello de ignorancia:
“¡Vivan los hermanos Almada!” Los que estuvieron en ese
cuadro municipal aquella noche gomezpalatina sabrán que
no miento, el azoro y las carcajadas aún resuenan en la plaza.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan.
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