En palabras del naturalista inglés, se trataba de un «fenómeno de lo más desconcertante», uno que amenazaba las bases de su máximo aporte científico: el evolucionismo.
La evolución por selección natural actúa «solamente por acumulación de variaciones pequeñas, sucesivas y favorables», explica Darwin en el libro «El origen de las especies», publicado en 1859.
Por ende, «no puede producir modificaciones grandes o súbitas; puede actuar solamente en pasos cortos y lentos».
Pero dos décadas después de escribir su famoso libro, aquella profunda creencia de que «la naturaleza no da saltos» temblaba a la sombra de un evento «extraordinario» en la historia.
Darwin plasmó su frustración con el tema en una serie de cartas enviadas a distintos colegas desde 1875 hasta poco antes de su muerte, en 1882.
Una de esas cartas, escrita hace 140 años al botánico inglés Joseph Hooker, abordaba el tema con tal dramatismo que marcó generaciones enteras de biólogos.
«Acabo de leer el ensayo de (John) Ball. Es bastante osado», dice Darwin en la carta fechada el 22 de julio de 1879, sobre una investigación del naturalista irlandés acerca de la flora de los Alpes europeos.
«Hasta donde podemos juzgar -continúa-, el rápido desarrollo de todas las plantas superiores en tiempos geológicos recientes es un abominable misterio».
Sí, el «abominable misterio» no trata sobre alguna extraña criatura monstruosa, sino de las plantas con flores.
William Friedman, profesor de biología evolutiva en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, escribió un ensayo en 2009 sobre esta «legendaria» carta, diciendo que «quizás ningún otro grupo de organismos captó la atención de Darwin en términos tan dramáticos» como las plantas con flores.
«De todos los grandes grupos de plantas, las plantas con flores son el que apareció más recientemente en la Tierra», le explica Friedman a BBC Mundo.
El problema es que, según los hallazgos de Ball, esa aparición había ocurrido de forma abrupta y salteada, tal como su diversificación.
El propio Darwin llegó a decir que la «repentina aparición» de plantas con flores era desconcertante «para todos los que creen en cualquier forma de evolución, especialmente para los que creen en una evolución en extremo gradual».
«Cuando piensas en tu jardín, la mayoría son plantas con flores. Cuando piensas en las frutas o verduras que comes, la mayoría son plantas con flores», dice Friedman.
Alejandro Aguerre, músico uruguayo.
Imagen, detalle grabado del artista mexicano Alfredo Ramos Martínez.
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