El capitalismo, la industrialización hodierna, la tecnología, la nanotecnología, la globalización, la plusvalía desenfrenada, crearon la Red, la cual es positivamente amoral: «hace el bien sin mirar a quién». Es tal la oferta para los lectores que necesitarían varias vidas para hartarse del paraíso.
Lo estoy ilustrando con la filosofía-el área de la lectura más ardua y menos frecuentada-, imaginemos las cantidades cósmicas de libros en las infinitas bibliotecas virtuales, literarias o de arte.
Pues la lectura, la cultura, la contemplación, la experiencia estética, las intensidades de la ficción, no superarán jamás nuestra hambre sísifica de sexo, poder, dinero, alcohol, comida, cosas y fiesta que nos desgobierna. Por eso ahora la cultura es gratis.
El capitalismo se forra compalciendo nuestros deseos, aunque eso sea fugaz y a veces sólo un espejismo.
Juan Heladio Ríos Ortega.
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