La dignidad para mi es esa semilla de oro que llevamos en el corazón. Es la que nos distingue de los árboles para mantenernos de pie y la que nos conduce por la luz de la verdad, para no acabar en los brazos de la locura y el desamparo. Cierto es que la humanidad se guía por el dinero y nos quieren hacer creer que todo se compra y se vende, pero eso carece de certeza. Para mí la dignidad, tiene muchos rostros que son: el amor, la fortaleza y la decisión.
Para mí la dignidad no tiene precio, su valor es incalculable e infinito. La dignidad, nos ayuda a decidor con quién debemos compartir nuestro amor, nuestra pasión, nuestros proyectos y eso, nos hará más completos como personas. La dignidad, es lo que sostiene la vida. Eso creo.
La dignidad, nos ayuda también a convivir en un piso parejo, donde nadie se arrodilla ante nadie. Ni el amor manda, ni la soberbia domina, ahí donde todos somos iguales para que exista una felicidad uniforme, sin que se cargue para ningún lado. A veces el marido tiene la razón en ciertas cosas de pareja, pero a veces ofende. Lo mismo ocurre con la esposa, que usa el chantaje para arrodillar al amor y eso, no abona en nada en fortalecer una relación d pareja amorosa y estable.
Quien dice que te ama, no te debe de ofender ni golpear tantos con palabras como físicamente, eso no es parte del amor, eso es parte de la ofensa y de otras cosas, menos del amor. Para mí, reitero que la dignidad no se vende. Pero si hay gente que busca comprarla, pisotearla y hasta robarla.
En el nombre del amor, confundido con celos se han hecho las cosas más horribles de este mundo. En el nombre de la libertad se ha convertido a la gente en más esclava y sumisa. En el nombre del poder, se han asesinado a inocentes.
En el nombre de la raza pura, se ha querido conquistar al mundo, pro lo único que nos salva de los tiranos, es el amor limpio de Dios, de algunas personas que todavía llevan cargada con orgullo la dignidad. Sin duda, la dignidad es la puerta abierta para seguir creyendo en nosotros. Para transformar las realidades y para estar feliz con uno mismo.
¿Qué es para ti la dignidad? ¿Han pisoteado tu dignidad? ¿Podemos caminar en la vida, sin dignidad? ¿Dónde guardas tu dignidad? Pero, ante todo lo que te he mencionado, una cosa es clara, no confundir la dignidad con los caprichos. Porque ser este último, nos llevará a un mundo de egoísmo y mal sabor de boca. La dignidad nos mantiene de pie, el capricho es ese duendecillo que nos habla al oído y que nos impulsa a presumir lo que no somos.
Una madre soltera, lleva el dolor de sus hijos en el vientre, por eso lo ama y no deja de sobrevivir ni luchar por ellos para sacarlos adelante, porque su corazón simplemente, está iluminado de amor. Ella, ella lleva la corona de la dignidad y el perdón de Dios, lleva también la bendición y toda la grandeza, por eso, la mayoría de los hijos salen hombres de bien, porque su madre les enseñó el camino de la verdad, que es el salir adelante con amor, alimentados de fe, confianza y mucha dignidad. Los grandes tiranos del mundo, llevan traumas internos porque los alimentaron de odio. Ahí tenemos el caso de Hitler, que mató en el nombre de lograr una raza pura.
Asesinó a gente sin piedad porque nunca supo del calor de un hogar. Sino, alguien que me desmienta. La madre de Hitler, nunca le dio amor, hizo de él, un monstruo que todavía la humanidad recuerda.
Es verdad, que las personas van creciendo con ciertas cualidades o talentos. Algo los va identificando cuando van creciendo, pero siempre llevan en su mente y en su corazón ciertos momentos que han pasado en su vida, con los padres, con los hermanos o amigos o conocidos.
Con todo esto, no te digo que cuando te den una bofetada pongas la otra parte de la cara, noo!. Te explico que debes de usar la espada la dignidad para mantenerte de pie, pues quien te golpea no es digno de ti y ciertos golpes duelen más con las palabras que en lo físico.
Hoy puedes, empezar a reflexionar y ver lo que te daña, y ver lo que te hace estar triste. Detectar en sí, a los que te quieren pisotear la dignidad. Juan Ramos Chávez
Comments