No, no son los godinez del Fonca ni son cazatalentos de televisa ni mucho menos magistrados de la suprema corte, no. Estos señores si son verdaderos artistas y de los más gruesos que pueden existir en el mundo del rock aunque no anden tatuados ni maquillados, las apariencias engañan. Ahí donde los ven cada concierto de ellos es una auténtica cátedra de buena música y densidad sonora que ya envidiarían Rammstein o Marylin Manson… y si necesidad de disfraces. La pura música los viste de gala. Estoy de acuerdo en que es muy grato vestir cómodamente para ir a tocar, una playera y unos tenis son suficientes pero tampoco se trata de vestirse (y actuar) como franeleros, hasta entre los perros hay razas y estos señores destilan elegancia y sobre todo, autoridad en el escenario. Con ustedes su majestad, el Rey Carmesí. ¡Larga vida al Rey! / Víctor Moreno, músico mexicano.
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