Por el hoy olvidado Jorge Arturo Ojeda yo llegué a Juan Marsé. Un sábado, tras tomar su taller de cuento en el café Auseba, me preguntó si lo había leído y le contesté que no. Me prestó entonces “Últimas tardes con Teresa” en una viejísima edición de Bruguera. La tipografía era una auténtica mentada de madre y me dije que no la iba a leer, que se la devolvería y le inventaría cualquier cosa.
El siguiente sábado Ojeda me preguntó por uno de los pasajes de la novela, quería saber mi opinión del actuar de Teresa. Le dije que aún no llegaba a esa parte, pero fue tanta la emoción con que me contó los detalles narrativos del pasaje que leí “Últimas tardes con Teresa” en un fin de semana.
Juan Marsé era un narrador quirúrgico. Sabía dónde poner cada palabra, su peso, el ritmo adecuado, empiezas a leerlo y cuando menos te das cuenta ya llevas veinte, cuarenta, cincuenta páginas. Juan Marsé atrapa, no da tregua. Y cada uno de sus personajes son de una manufactura perfecta: percibes sus emociones, sientes con ellos, lloras con ellos, ríes con ellos. Por eso Juan Marsé es uno de nuestros grandes narradores y con su muerte se va a extrañar una prosa que no se valía de tantos mamones recursos porque sí sabía narrar, contar.
Obvio no le regresé el libro a Ojeda hasta que un día me preguntó si yo lo tenía y me dijo que me lo regalaba, que acababa de comprar otra edición (porque Ojeda era un obsesivo de las ediciones y de los descuidos que había entre ellas).
Junto con Jorge Arturo Ojeda, y contrario a lo que opinaban muchos entonces, poníamos a “Últimas tardes con Teresa” incluso muy por arriba de “Si te dicen que caí” en fuerza narrativa, construcción, maestría novelística (algo similar nos pasaba con Vargas Llosa y su “Historia de Mayta”).
A manera de homenaje personal ahora mismo volveré a “Últimas tardes con Teresa”. Y es que como dijo Vargas Llosa: “Ni el mismo Juan Marsé sabe cuánto talento tiene, qué importante es la obra que ha hecho, ni cuánto le debemos los lectores”.
Y te seguiremos debiendo tanto, Juan.
Buen viaje, grande Marsé. / Oscar Garduño, escritor mexicano.
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