Nació en 1780 en la Hacienda del Rosario, perteneciente al municipio de Coahuayutla, hoy estado de Guerrero. Llegó a la villa de San Francisco Uruapan, al lado de sus padres, siendo todavía un niño; donde formó parte de una de las familias más conocidas entre la población. Fue vecino del paraíso michoacano durante muchos años.
Realizó sus estudios en Valladolid (hoy Morelia), fue uno de los alumnos más destacados, con orgullo perteneció a la generación de jóvenes formados intelectualmente, sustentando sus conocimientos en la Ilustración y el liberalismo. Hizo varios viajes a Estados Unidos, España y Francia, donde adquirió profundas observaciones políticas y sociales.
Para 1810, año en que se clausuró el Colegio, ya se habían graduado 53 juristas, siendo uno de ellos, quien se convertiría en el Secretario Particular de José María Morelos.
Participó en la “Conspiración de Valladolid”, ocurrida en 1809 para derrotar al gobierno monárquico, en la que participaron José María García Obeso, José Mariano Michelena, Ignacio Allende, Fray Vicente Santa María, Manuel Ruiz de Chávez, entre otros.
Iniciada la lucha por la Independencia, en Zitácuaro, al lado de Hidalgo se unió a la causa insurgente y se puso en comunicación con los principales revolucionarios, los Galeana, los Bravo, los López Rayón y el propio José Ma. Morelos.
Por instrucciones de Hidalgo encabezó la insurrección en la tierra caliente michoacana y parte del actual estado de Guerrero, bajo las órdenes de su antiguo amigo, José María Morelos, a quien había conocido en la Hacienda del Rosario y en la villa de Uruapan.
Cabe decir que este personaje invitó y convenció a que se sumaran a la lucha por la independencia, a una cantidad considerable de pobladores de la región de Coahuayutla hasta Uruapan, los que se adhirieron a las tropas insurgentes.
Fue auxiliar indiscutible del Morelos, especialmente en operaciones militares. En Uruapan organizó un centro revolucionario e instaló una maestranza muy cerca a esta población.
También, en 1814 cuando el Congreso Constituyente estuvo en riesgo de ser descubierto, le ofreció alojamiento en las propiedades que tenía en el vergel michoacano y sugirió algunas otras partes de la región para tal fin.
Decir que el licenciado Izazaga animó y trató de proteger al Congreso y al mismo Morelos, dándoles asilo en Uruapan, donde respirando momentos de suma tranquilidad, los diputados del Congreso de Anáhuac, dieron forma, contenido y estilo a la constitución que se promulgaría el 22 de Octubre de 1814, en Apatzingán.
Izazaga a fines de 1815, y a la muerte de Morelos, se integró a la Junta Gubernativa de Uruapan la que tenía como objetivo decidir desde ahí las acciones gubernamentales de gran parte de la Nueva España; durante dicho tiempo continuó participando en la lucha por la independencia de México al lado de Vicente Guerrero.
Una vez consumada la guerra, representó a Valladolid en el Congreso Constituyente de 1824. No se sabe con exactitud la fecha de su muerte, pero el último dato que hay es que fue empleado del gobierno de Pátzcuaro, hacia 1842.
En su memoria, hoy el poblado donde nació se llama Coahuayutla de José María Izazaga, Estado de Guerrero; y desde hace muchas décadas una de las principales avenidas de la Ciudad de México lleva su nombre.
En Uruapan, a partir de la época del porfiriato hay plazuela del centro de título: Plazuela José María Izazaga, la que muchos pobladores le dicen “Plazuela de la Ranita”.
A propósito, Izazaga fue dueño de la propiedad donde se localiza la Casa del Estudiante “Madre Latina”. No estaría de más rendirle un homenaje póstumo a este comprometido insurgente, poniendo nombre a alguna calle, colonia, plantel escolar o biblioteca, de nuestro municipio.
Texto, Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.
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