1978 presente lo tengo yo: Vargas Llosa publica un ensayo entusiasta sobre la novela Madame Bovary de Flaubert y de paso, acuchilla enterito a Sartre. En su juventud le decían sus amigos, El Sartrecillo Valiente por su pasión y epigonismo frente a las novelas, obras de teatro, ensayos y militancia política de Sartre.
Pero, de qué va el asunto: El nobel escritor descalifica por aburrido, e intrascendente el trabajo del antinobel Sartre, quien se proponía metódica y metodológicamente plasmar todo lo que pudo investigar sobre Flaubert y para ello escribió tres ladrillos: El Idiota de la Familia I, II y III.
Mi lío es este: Al nobel le gusta Flaubert, a Sartre también; no le gustó, ya cuando maduró, haber sido fan y gruppie de Sartre y abjuró de él, muy bien…
Pero él es Doctor en Letras Españolas algo ha de haber estudiado de metódica, métodos y metodología de investigación.
Digo, una cosa es una obra literaria y otra la biografía de un autor.
Sartre aborda a Flaubert como un hombre que escribía, pero no hace un análisis literario, él analiza un contexto.
Y lo que son las cosas Sartre rechazó el premio Nobel, dio sus razones, Vargas Llosa lo aceptó y también dio sus razones. Dos hombres en las antípodas. Y no por nada pero el premio tal, es mucho dinero, lo ha sido hoy y siempre, no olvidar este pequeño detalle: el dinero es casi el amor, casi la felicidad, casi la salud, en pocas palabras, es casi casi, lo más importante del mundo, ja ja ja.
Pero una cosa es la magnesia,-la Literatura-y otra la gimnasia-la biografía totalizante.
Entonces, que le guste o no le guste el trabajo de Sartre, es irrelevante…y si de gustos hablamos a mí, me apasionan los libros del antinobel y el Sartre style.
Nota Bene: Sartre rechazó el premio Nobel por esto: «Esta actitud se basa en mi concepción de la misión del escritor. Un escritor que adopta posiciones políticas, sociales, literarias debe actuar consecuentemente con estas posiciones a través de la propia, es decir, la palabra escrita. Todos los honores que puede recibir exponen a sus lectores a una presión que no considero deseable. Si me suscribo de Jean-Paul Sartre no es lo mismo que si me suscribo de Jean-Paul Sartre ganador del Premio Nobel.»
Cuando murió 50 mil personas lo acompañaron y lo despidieron hasta el cementerio.
Juan Heladio Ríos Ortega.
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