Ya escondí un amor por miedo de perderlo, ya perdí un amor por esconderlo. Ya estuve en manos de alguien por miedo, ya tuve tanto miedo al punto de ni sentir mis manos. Ya expulsé de mi vida a personas que amaba, ya me arrepentí por eso. Ya pasé noches llorando hasta caer de sueño, ya me fui a dormir tan feliz al punto de ni conseguir cerrar los ojos. Ya creí en amores perfectos, ya descubrí que no existen. Ya amé a personas que me decepcionaron, ya decepcioné a personas que me amaron. Ya pasé horas frente al espejo intentando descubrir quién soy, ya tuve tanta certeza de mi al punto de querer desaparecer.
Ya mentí y me arrepentí después, ya dije la verdad y también me arrepentí. Ya fingí no dar importancia a las personas que amaba, para más tarde llorar silenciosa en mi canto. Ya sonreí llorando lágrimas de tristeza, ya lloré de tanto reír Ya creí en personas que no valían la pena, ya dejé de creer en las que realmente valían. Ya tuve crisis de risa cuando no podía, ya quebré platos, copas y vasos de rabia. Ya eché de menos a alguien pero nunca se lo dije. Ya grité cuando debía callar, ya callé cuando debía gritar Muchas veces dejé de decir lo que siento para agradar a unos, otras veces dije lo que no pensaba para lastimar a otros.
Ya fingí ser lo que no soy para agradar a unos, ya fingí ser lo que no soy para desagradar a otros. Ya conté chistes y más chistes sin gracia solo para ver a un amigo feliz. Ya inventé historias con final feliz para dar esperanza a quien lo necesitaba. Ya soñé demasiado, al punto de confundirlo con la realidad. Ya tuve miedo de la oscuridad, hoy en la oscuridad «me encuentro, me agacho, me quedo ahí» Ya caí innumerables veces pensando que no me iba a levantar, ya me levanté innumerables veces pensando que no caería más. Ya llamé a quien no quería solo para no llamar a quien realmente quería.
Ya corrí tras un auto, porque se llevaba a quien yo amaba. Ya llamé a mi madre en el miedo de la noche huyendo de una pesadilla, mas ella no apareció y la pesadilla fue aún mayor. Ya llamé «amiga» a personas cercanas y descubrí que no lo eran, algunas personas nunca necesité llamarles nada y siempre fueron y serán especiales para mí. No me den fórmulas exactas, porque no espero acertar siempre. No me muestren lo que esperan de mí, porque voy a seguir mi corazón. No me hagan ser lo que no soy, no me inviten a ser igual, porque sinceramente soy diferente. No sé amar a medias, no sé vivir de mentiras, no sé volar con los pies en la tierra. Soy siempre yo misma, mas ciertamente no seré la misma para SIEMPRE! Gusto de los venenos más lentos, de las bebidas más amargas, de las drogas más poderosas, de las ideas más locas, de los pensamientos más complejos, de los sentimientos más fuertes. Tengo un apetito voraz y los delirios más locos. Me puedes hasta empujar de un acantilado que yo voy a decir: – ¿Y qué? ¡AMO VOLAR! Clarice Lispector.
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