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El Gobierno Federal debe asumir de manera plena su responsabilidad constitucional y cumplirle al pueblo de México, ya que es evidente que la situación nacional en materia económica y de seguridad registra su peor crisis, afirmó el diputado Antonio Soto Sánchez.
A un año de que asumió el gobierno el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador debe evaluar a profundidad lo que no se ha hecho bien y qué se debe corregir, y entender que no es momento para la vanagloria, por lo que deben corregir aquellas acciones que en su instrumentación han resultado contrarias al interés común.
El tema de la seguridad sin duda, afirmó, precisan una reflexión profunda para ser rectificadas, renglón en el que el Estado Mexicano no debe ponerse de rodillas ante la delincuencia, por lo que se debe garantizarse el Estado de Derecho en todo el territorio nacional.
Antonio Soto advirtió que si no se garantizan estrategias efectivas, se correrá el riesgo de que los problemas lejos de disminuirse incrementen a corto plazo, ya que es evidente que las malas decisiones en materia económica y de seguridad han afectado al país en su conjunto.
En este Primer Año de Gobierno de la administración federal, puntualizó, se reporta el cero crecimiento de la economía, aunado a la pérdida de 289 mil empleos de enero a octubre de este 2019.
Aunado a que se disminuyó a cero el crecimiento económico de 2.4 % que heredó, además de que también cayó el empleo formal privado en los primeros 11 meses de este sexenio, ya que en la administración pasada fueron de 415 mil 901 y en esta es de 331 mil 645 y de la misma forma, la inversión extrajera directa también reporta una baja considerable.
El diputado Antonio Soto Sánchez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado, consideró que en este Primer Año de Gobierno, puede observarse más de lo mismo, con la gravedad que implica mentir a los mexicanos sobre una transformación que no tiene viso alguno de ser real.
El legislador cuestionó que el presidente no deje de ceder a la tentación de dar lecciones de historias que están lejos de la realidad, buscando con ello justificar desatinos y desvaríos que caen por su propio peso al ser comparado con lo hecho y no hecho por su administración.
El discurso de austeridad, basado en recortes presupuestales indiscriminados, afectando políticas prioritarias como el combate a desastres naturales, al impulso de los estados y municipios, y no se informa, sobre los problemas que han generado el subejercicio en el presupuesto del presente año y no se aclara tampoco la proyección para el que sigue.
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