Una verdadera personalidad y un erudito del mundo teatral. Un maestro y ejemplo de muchas generaciones
CDMX.- “José Luis Ibáñez, al igual que José Solé, fue un ser de Teatro, sin etiquetas, sin clanes, sin mafias. Dirigía con soltura y maestría ópera y vaudeville, a Calderón y Hello, Dolly! Y ninguno de sus montajes tenía desperdicio.
Ya no hay directores como él. Vivió de su arte, su talento, su cultura y disciplina, seduciendo a su público, conociéndolo, ofreciéndole lo que siempre supo hacer: Buen Teatro. ¡Gracias por aceptarme de «colado» en sus abarrotadas clases de la Facultad, Maestro!”, comentó Carlos Pascual Quiroz, escritor, guionista y director de escena, al referirse a la muerte de este gran personaje del ambiente cultural mexicano.
Por Su parte, Guillermo Wiechers, señaló que partió José Luis Ibáñez, “master mexicano de la dirección de escena. Le sobreviven grandes montajes como: “Sugar”, “Mame”, “Vaselina con Timbiriche”, “José el Soñador”, “El Vestidor”, “Qué tal, Dolly!”, “Hermanos de Sangre”… Lo único que lamento es no haberlo convencido de que me dirigiera un musical hace 6 años; aún así, tuve el privilegio de tratarlo y de constatar su pasión por la vida y por una de sus musas: Silvia Pinal”.
“Mi maestro, mi amigo, hoy falleció y estamos llenos de tristeza. Que descanse en paz mi adorado José Luis”, posteó Lucía Méndez en su plataforma digital. / Carlos Tadeo Vaca.
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