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Uruapan, Mich.- a 16 de agosto de 2017.- Exitosamente se llevó a cabo una cirugía de “corazón cerrado”, en un pequeño de dos años y 5 meses de edad, que fue diagnosticado con cardiopatía congénita, en el Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez, de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) donde gradualmente se realizan intervenciones quirúrgicas que sólo en un nosocomio de tercer nivel se ejercen.
El doctor Arcadio Vieyra Sánchez, director del Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez”, dio a conocer que con los pocos recursos que se tienen se hace mucho a beneficio de la población, ya que en la institución laboran médicos de reconocido prestigio y amplios conocimientos especializados y en materia de investigación.
Es el caso del doctor Homero Ramírez González, cirujano vascular y cardiovascular, quien mantiene un permanente interés en la salud de quien más lo necesita, por ello en la historia del Hospital General de Uruapan, ha sometido a cirugía a 20 menores (de dos semanas de edad hasta 13 años), que por su condición apremiaba la intervención para evitar fallecimiento prematuro; afortunadamente, gracias a su vasta experiencia y actualización en su especialidad, todos los procesos han sido exitosos.
La cardiocirugía pediátrica se lleva a cabo para reparar defectos cardíacos con los que nació un niño (defectos cardíacos congénitos) y cardiopatías que el menor presenta después del nacimiento y que necesitan cirugía. La intervención quirúrgica es vital en la calidad de vida del pequeño.
El doctor Ramírez González, explicó que al menor intervenido se le detectó lo que generalmente se conoce como “soplo en el corazón”, ello hace un año por el servicio de pediatría en la vía privada. Posteriormente la madre del infante acudió al Hospital General de Uruapan para su valoración e intervención; luego de estudiado el caso ante la sospecha de una cardiopatía congénita tipo persistencia de conducto arterioso, el diagnóstico se corroboró mediante ecocardiografía.
Posteriormente, el pequeño fue preparado para someterlo a la sección y sutura del conducto arterioso, lo que comúnmente se conoce como “cirugía de corazón cerrado” que son los procedimientos que es posible realizar en este segundo nivel de atención, de tal manera que el infante se encuentra en recuperación de forma exitosa.
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