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El día 11 de septiembre de 1904, autoridades del gobierno estatal, que presidiera don Aristeo Mercado y funcionarios municipales, encabezados por el Prefecto Luis G. Cordoba, al lado de prominentes personalidades como Dante Cusi, Francisco Camorlinga, Manuel Campos, Celso Calvillo, Alberto Treviño y José Izazaga; inauguraron oficialmente el puente “Benito Juárez”, situado en la 4ª Calle de Cupatitzio, unos metros más adelante de la entrada principal de la Fábrica de Hilados y Tejidos «La Providencia».
La obra urbana se realizó como una imperiosa necesidad para la circulación de los habitantes de la zona sur de la población, y tendría una gran utilidad para el libre tránsito principalmente de los vecinos del Barrio de San Juan Evangelista, La Santísima Trinidad y del mismo modo para comerciantes, arrieros y pobladores en general.
El trabajo erigido fue un puente de medida de 25.0 metros de largo y 10.0 metros, 40 centímetros de ancho. Con un sencillo adorno de tres arcos, cada uno con 5.0 metros de luz.
El puente “Juárez”, antes llamado por el vecindario de la época del porfiriato como el puente “De Arcos”, se fincó sobre un macizo de mampostería de 27.0 metros de largo por 14.0 metros, 40 centímetros de ancho y el macizo fue de 50.0 centímetros de profundidad.
En cuanto a las pilastras, éstas fueron hechas con unas cubiertas de cemento con pasamanos por los lados, que incluía tubos de hierro de 2.0 pulgadas de diámetro.
Cabe decir que el día de la inauguración la comitiva, acompañada por alrededor de cuatro mil personas, entre agricultores, comerciantes, invitados especiales, habitantes del centro y los barrios, arrancaron hacia la obra concluida, a partir de la casa que el gobernador Aristeo Mercado poseía en Uruapan, localizada en la antigua 1era. cuadra de la Calle Real, hoy Independencia (donde se ubica el hotel “Tarasco”) y de ahí se marcharon por la avenida Ocampo, después los portales Gordiano Guzmán y Rafael Carrillo, y de ahí a la calle del Cupatitzio.
El puente fue adornado con gallardetes, banderolas tricolores y vistosas cortinas. Los padrinos de la obra fueron don Aurelio Arciniega, Prefecto de Zitácuaro y el empresario regional Feliciano Vidales, dueño de la fábrica de “La Providencia”.
Fuentes:
«La libertad», año XII, No. 39, Morelia, Michoacán, septiembre 15 de 1904.
“Uruapan durante el porfiriato”, José Napoleón Guzmán, publicaciones de José María Paredes, Uruapan, 1997.
“Tiempo del Cupatitzio”, Revista de difusión cultural, año I, No. 1, segunda quincena de junio de 2003.
Texto, Sergio Ramos Chávez, Cronista de la Ciudad de Uruapan.
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