Morelia, Mich.- Intrascendente y ridícula, hasta disfrazada de cinismo resultó la visita de un político “venido a menos”, como es Alfonso Martínez Alcázar, quién aprovechando el oportunismo político como siempre lo ha manifestado en su trayectoria fue a la ciudad de Uruapan, tierra de izquierda, a la supuesta entrega de insumos sanitizantes, en un mercado público y sin protección, acompañado de la alcaldesa de Peribán, Dora Belen Sánchez Orozco; y por el conocido priísta de esa localidad, Enrique Paz Hernández.
Y es que es absurda la forma en que los políticos como Martínez Alcázar aprovechan para sus mezquinos fines partidistas, pues no es posible que un problema de la magnitud que tiene la pandemia sea pretexto para que concurrieran a este municipio gobernado por un perredista, una presidenta de otro municipio y el ex alcalde moreliano, bajo el argumento de apoyo sanitario.
Y es que la situación que en estos momentos registra Michoacán, con un estado latente de riesgos de contagio por Covid-19, no deberían ser permitidos hechos de esta naturaleza que además del riesgo tangible de contraer el coronavirus, tengan la facultad de hacer un proselitismo disfrazado en aras de abanderar a algún partido para candidatearse en las elecciones del año siguiente y en este caso Martínez Alcázar ya trabaja en sus ambiciones partidistas, sin importarle las indicaciones de sana distancia, todo por definir “los amarres en la ciudad de los aguacates”.
En Uruapan ya se preguntan: ¿como le hará Martínez Alcázar para ya disponer de recursos que se destinen a estos supuestos actos de solidaridad?. / José “El Mamey” Cuevas.
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