-El ejercicio de los derechos políticos electorales de las mujeres de manera decidida y permanente, debe dejar de ser motivo de agresiones y violencia
En Michoacán como en el resto del país no debe haber cabida para la violencia política por razones de género, por lo que las y los legisladores estaremos vigilantes que en el proceso electoral se cumpla a cabalidad con las nuevas disposiciones legales para combatir este flagelo, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes, integrante de la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Pátzcuaro apuntó que el ejercicio de los derechos políticos electorales de las mujeres de manera decidida y permanente, debe dejar de ser motivo de agresiones y violencia en su contra, por lo que es necesario que todas y todos tengamos claro que la participación de ellas es un derecho y no una concesión por la que deban pagar con su integridad.
“La violencia política afecta el derecho humano de las mujeres a ejercer el voto y a ser electas en los procesos electorales; a su desarrollo en la escena política o pública, ya sea como militantes en los partidos políticos, aspirantes a candidatas a un cargo de elección popular, a puestos de dirigencia al interior de sus partidos políticos o en el propio ejercicio de un cargo público”.
La también integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática expresó que el Congreso del Estado ha venido aprobando una serie de reformas a nuestro marco normativo para suprimir y castigar cualquier forma de violencia política por razón de género en Michoacán.
Recordó que tanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, reconocen además del principio de igualdad, el derecho de todos los y las ciudadanas de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; votar y ser electas en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los y las electoras, así como de tener acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
“No podemos pasar por desapercibido que la violencia política por razones de género es una conducta reprochable y que cuando se comete en una contienda electoral, da lugar a una nulidad de elección, porque dicha conducta es contraria al orden social, la cual se debe evitar y erradicar”, recalcó.
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