En la esquina Columna Por Mateo Chávez López
El poder, sin duda ya enfermó al gobernador Silvano Aureoles Conejo. Un señor, que nació prácticamente debajo de un árbol, anduvo encueradito en los patios de una tía allá en Huetamo, se le olvido todo eso y no voltea para esa región, que día a día padece la falta de empleos, hay mucha inseguridad y no hay un rumbo definido para consolidar el desarrollo.
Huetamo, la tierra de los Aureoles Conejo hoy padece de mucha pobreza. Pero mucha y los gobernantes que de allá salieron, ni se acuerdan. Aureoles, sin duda está dejando pasar un papel histórico que jamás podrá tener nuevamente, al no crear condiciones de desarrollo en la zona antes mencionada. Eso sin mencionar a Tiquicheo, San Lucas o Nocupétaro.
El gobernador Aureoles, sin duda le viene quedando a deber a su tierra Huetamo. Pues la pobreza huele y huele mucho. Silvano, pos ya se va de precandidato y dejará a Michoacán con muchos problemas, pero ni modo. A ver qué pasa en el futuro.
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