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Después del sismo del 19 de septiembre la Catedral Metropolitana quedó severamente afectada al grado de que existe la posibilidad de que colapse. Eso dice la nota adjunta donde se hace énfasis en que las entidades correspondientes han dado aviso al gobierno de la Ciudad de México para que se tomen las debidas precauciones, entre ellas, disminuir el volumen de los vehículos que transitan frente a Catedral así como evitar las vibraciones de los camiones pesados.
De igual forma recomiendan reducir al máximo las liturgias a celebrarse y sobre todo, evitar concentraciones masivas en la plancha del Zócalo ya que la estabilidad del edificio está comprometida. Cinco días después de recibir estas recomendaciones la respuesta del gobierno presidido por Miguel Ángel mancera fue convocar a un concierto con propósitos electoreros donde concentraron 170 mil personas.
A tan bajo nivel llegan nuestros gobernantes que solamente les interesan sus propósitos rapaces sin importarles tanto la seguridad de la gente como la integridad del patrimonio de la ciudad. La Catedral se va a venir abajo con la consabida pérdida de este tesoro invaluable y las vidas humanas en riesgo. Y todo será responsabilidad de Mancera. Al tiempo. Víctor Moreno, músico.
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