En la esquina
Columna
Por Juan Barrientos Figueroa
CDMX.- Desde el año pasado ya figuraba la rivalidad abierta de Yeidckol Polevnsky con Porfirio Muñoz Ledo y por supuesto Berthita Lujan Uranga, razón por la cual hoy podemos concebir cómo es que el político veterano apoye a Alfonso “La Polla” Ramírez Cuellar, para que sea el líder nacional del MORENA ya este 2020, al decir que “llegó para quedarse”. Acontecimiento que tiene en el calor de la polémica a todo el “Movimiento”.
La emulación de Muñoz Ledo hacia la Yeidckol nace debido a que el experimentado político aún no perdona el hecho de que ella quisiera expulsarlo de MORENA por no apoyar el caso de Baja California, el año pasado; incluso le dolió mucho cuando su correligionaria pidió “sacar la escoba y expulsar a todos aquellos que se manifestaron en contra de la ampliación del mandato del gobernador de Baja California”, entre ellos, Porfirio Muñoz Ledo, quien estaba de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Muñoz Ledo esa ocasión sostenía que era necesario desaparecer los poderes de tal estado en aquél polémico momento. Y desde ahí nació la diferencia de los dos notables personajes morenistas.
A detalle, esto se complicó más cuando -a mediados de 2019- surgió una guerra que se desató poco a poco en el interior de los altos jerarcas del partido, cuando la líder nacional mantenía cabalmente el control y cacicazgo de la organización partidista, y ante tales vicisitudes aparecieron refutando (objetando) la labor de liderazgo de la Yeidckol dos políticos de primera línea como fueron Berthita Luján, senadora suplente de la jovial Ifigenia Martínez y madre de la secretaria de Trabajo, Licha María Alcalde; y Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente de Richard Monreal, quien siempre buscaba foro para atacar a la Polevnsky.
Hoy, en tanto y mostrando una reacción de amplia inconformidad, la Polevnsky insiste en que “en MORENA tenemos que poner el ejemplo para seguir la pauta que marca nuestro presidente López Obrador, todo en estricto apego a la ley y estatuto”, y que “el estatuto de MORENA no contempla presidentes interinos, todos los puestos en el partido tienen que estar validados por el INE México y con estricto apego a la ley”, por lo cual “hace changitos” para que el INE no avale a Alfonso “La Polla” Ramírez como líder oficial de su partido.
Una sana observación es que bajo la dirigencia de MORENA, muchos militantes todavía opinan que la Yeidckol promovió una izquierda autoritaria, de amiguismo, constantemente asumiendo una disposición radicalista, era muy protagónica; no anduvo por toda la geografía nacional para fortalecer el movimiento ahora partido, situación que manifestó un letargo notable en las aspiraciones para posicionar realmente a MORENA como primera fuerza política, no como fuerza electorera y efímera.
Así las cosas en MORENA, ojalá y López Obrador –incluso desde la mañanera- ponga en orden esta bipolaridad que cada día divide más a la militancia, que espera la instrucción superior de AMLO sobre el caso.
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