By 
* Para muestra el antecedente que dejó en Uruapan, como un correligionario conciliador y de liderazgo
Morelia, Mich.- En Morena redoblan de forma permanente tambores de guerra; la unión del tribalismo perredista y la rigídez totémica del sindicalismo magisterial derivan en rituales de autofagia partidista. En tiempos electorales ese ánimo belicoso de los morenistas puede ser el mejor aliado de sus adversarios políticos.
Los morenistas en Michoacán se han encargado de gritar a los cuatro vientos sus disputas; la confrontación entre los equipos de Juan Pérez y Roberto Pantoja, de un lado, y las huestes de Sergio Pimentel y los llamados Pegueros, del otro, han provocado en el partido una fisura que extiende su rastro de división por todo el estado.
En este contexto, el diputado Alfredo Ramírez Bedolla se perfila como uno de los principales activos para la unidad de Morena, según se pudo ver en la reunión que tuvo con militantes y simpatizantes de Uruapan, dónde logró una tregua entre quienes aspiran a la presidencia municipal: el diputado federal Nacho Campos y el legislador local Francisco Cedillo, quienes se habían subido al ring de las declaraciones en medios de comunicación.
Días antes de la visita de Alfredo Ramírez se realizaron dos reuniones simultáneas de morenistas: la llamada ruta de la victoria, y un encuentro de quienes se identifican como fundadores de Morena. Desde ambos foros rompieron lanzas los diputados federal y estatal para dirimir en medios de comunicación sus diferencias.
Tres días después, Alfredo Ramírez no sólo logró sentarse a la mesa flanqueado por Nacho Campos y Francisco Cedillo, consiguió que militantes y simpatizantes identificados con diversos equipos se pronunciaran a favor de hacer a un lado las disputas por las candidaturas, apegarse a los estatutos del partido, y trabajar en unidad para que Morena llegue fortalecido a la jornada electoral del 2021.
Incluso, no faltaron los pronunciamientos a favor de que Ramírez Bedolla sea el candidato a gobernador del obradorismo en Michoacán.
Alfredo Ramírez, quién formó parte del primer Comité Ejecutivo Nacional de Morena, ha dejado claro que no le interesa ser dirigente del partido en Michoacán; sin embargo, ante la falta de liderazgo partidista y en medio de las disputas entre referentes, emprende una labor muy necesaria para la continuidad de la 4T y recorre el estado para motivar a los militantes a que comiencen a organizarse y pongan en movimiento a su estructura territorial.
Fundador del partido y colaborador de AMLO desde aquellos lejanos años de la jefatura de gobierno obradorista en el Distrito Federal, Ramírez Bedolla es hoy un factor de unidad en Morena, porque su capacidad de tener interlocución con las incipientes tribus morenistas y ser inclusivo, son cualidades que urgen al partido para poder llegar a consensos y evitar que su división interna lo debilite rumbo al 2021./ Carlos Tadeo Vaca.
Comments