Información GeneralNacionales e internacional

De las edades de los presidentes que ha tenido México, desde jovencitos hasta de la tercera edad

0

 

En el momento de la independencia política, Agustín de Iturbide procuró hacer coincidir su entrada a la Ciudad de México con el día en que cumple 38, el 27 de Septiembre de 1821, y se entronizará, para el imperio que resultó de pacotilla, a sus 39. Constituida la república en 1824, el primer presidente, Guadalupe, Victoria toma posesión asimismo a sus 68. Algo mayor era Vicente Guerrero quien, sin embargo, al hacerse del poder ejecutivo, en 1829, a sus 46, tampoco excedía la década de los cuarentones. Si se brinca al increíble Santa Anna, se le ve arribar a la presidencia, por la primera de sus incontables veces, en 1833, a sus 39.
Valentín Gómez Farías, suplente de Santa Anna en el mismo 1833, será el primer Presidente “viejo” de nuestra historia, pero tenía apenas 52. En otro salto, al triunfo de la Revolución de Ayutla, en 1855, si nos encontramos a Juan Álvarez, el hombre “mayor”, de 65, quien, no obstante, de inmediato le pasa los trastos a Ignacio Comonfort, a punto de cumplir sus 44. Juárez, en 1858, si bien de 52, como Gómez Farías, es catalogado en la plena madurez. Lerdo de Tejada, a la muerte de Juárez, en 1872, andaba en sus florecientes solterones 49.
Estamos acostumbrados a la foto del anciano “Príncipe de la Paz” encorvado por el peso de sus 36 medallas, pero Porfirio Díaz, cuando de 1876 a 1877, tras la rebelión de Tuxtepec, hace su entrada inicial a la presidencia, sólo había cumplido 46. Y quien lo destrona, Madero, sin que ya nadie lo moteje de jovencillo, sube a la presidencia, en 1911, a sus 38. A Venustiano Carranza se le llama el “Venerable Varón de Cuatro Ciénegas”; pero, cuando en 1917 asume constitucionalmente la presidencia, bordeaba sus 57, la misma edad de otro “venerable anciano” de nuestra Historia, Hidalgo, en 1810.
Con un pie en la etapa contemporánea, se ve al sustituto Adolfo de la Huerta, en 1920, de 39; a Obregón, el mismo año, de 40, y a Calles, en 1923, el mismo año, de 40, y a Calles, en 1924, de 47.
En el primer sexenio, dividido tras asesinado Obregón, tenemos al interino Portes Gil, en 1928, de 38; a Ortiz Rubio, a quien los vasconcelistas motejaban de “anciano incestuoso” -porque casó con una sobrina, ni muy joven ni nada bella-, qué ya presidente, en 1930, cumplirá los 53; y a la renuncia de éste, en 1932, Abelardo Rodríguez, en sus 43.
En cruce al periodo histórico reciente, el primero que llena al sexenio completo, Cárdenas, al llegar, en 1934, cumplía 39, y sigue siendo el de menor edad de esta época, pero ya se le llamaba “Don Lázaro”.
Ávila Camacho, en 1940, tenía 43, y los mismos había cumplido Alemán en 1946, pero es el primero a quien se titula “presidente joven”. Luego, el cambio a otro “viejo”, Adolfo Ruiz Cortines, quien acabaló los 62 en 1952, seguido en 1958 por López Mateos, en comparación, “Adolfo el joven “: de 48. Con Díaz Ordaz, en 1964, la edad se eleva un poco: a 53.
Echeverría, en 1970, vuelve a los de la cuarentena: él de 48. López Portillo, aunque aproximadamente de la edad del “venerable Carranza”, se siente a sus 56, en 1976, todo un “jovenazo”. De la Madrid cumple 48 a poco de llegar, en 1982. Y Salinas, en 1988, montaba en los 40.
Hoy López Obrador, nacido en 1953, llega al poder cumplidos sus 65 añitos bien vividos y con mucha tarea nacional que emprender.
Pero basta de presumir de jovencillos, también hay de edad adulta. Insístase en que Goethe concluyó a los 83 su Fausto -éste si divino tesoro de sabiduría.

Comments

comments

Inaugura Octavio Ocampo domo de la Cancha de Básquetbol de la Tenencia del Salitre, en Tuzantla

Previous article

Que combate al huachicoleo no sea una ficción, urgen resultados de la estrategia: Erik Juárez

Next article

You may also like

Comments

Comments are closed.