Morelia, Mich.- Hoy la atención está fija en lo que hará Ignacio Benjamin Campos Equihua para armar el rompecabezas que tiene en sus manos a fin de establecer el organigrama de su gobierno municipal.
Uruapan necesita un líder y estratega que no improvise en la presidencia, que ataque los problemas sin apasionamientos, sin manoseos y que se acompañe de los mejores cuadros, con la misión de poder conducir un nuevo camino que satisfaga las necesidades que el municipio requiere zanjar, apegado a las aspiraciones de la Cuarta Transformación.
“Nacho Campos” -como es conocido este político morenista- es el tema obligado dentro de las conversaciones en el mundillo político de aquella región; inclusive en los corredores del Palacio Municipal donde aún gobierna el PRD no cansan de citarlo, de comentar el devenir que se espera con su inminente llegada; ya que a nadie se le escapa la importancia del nuevo cambio de poderes, de la tan sonada “4T” que está por llegar a la tierra de los magnánimos aguacateros.
Justamente una parte medular de la próxima administración municipal de Uruapan y el derrotero que posiblemente configure, también depende de las mujeres y hombres que llamará el profesor nicolaita, quien aún saborea “Las Glorias del….” triunfo electoral, desfilando por diversos lugares, yendo a cócteles, comidas y encuentros, haciendo presencia e imagen. Destacando en las páginas de los medios informativos.
Pero en realidad hablando de su gobierno, la estrategia de Campos Equihua debe de ser concreta. Que abra un panorama diferente para su municipio, y que disipe las nubes inevitables de la confrontación con sus adversarios; que olvide el desgaste emocional ¡y claro!, que la ciudadanía no tenga, de ninguna forma, un gobierno que aventure, que se limite y que no cumpla las expectativas en obras y servicios.
Dicho de otro modo, El negocio de gobernar para Nacho Campos solicita una naturaleza técnica distinta a las que han ejercido el poder en ese municipio; y que se resume en saber manejar los quehaceres sociales y en donde tiene mucho que ver la amalgama y maquinaria que esté junto al futuro gobernante.
En este contexto, el presidente municipal electo tiene que ser, para bien de Uruapan, un varón de cultura universal, preparado, abierto a aprender, a ser humilde e imparcial, que conozca de salud, de educación, de seguridad, de asistencia, etc. etc., y que exhiba una personalidad de un gobernante responsable, íntegro, honesto y que dé solución a los problemas que tenga el pueblo de Uruapan.
Quién no recuerda cuando, a propósito del tema de la corrupción, la anécdota del General Cárdenas:
Se dice que fue en el Tren Presidencial cuando se conversaba sobre la corrupción policiaca que contaminaba su gobierno.
En tanto, Tata Lázaro se dirigió al General Francisco Martínez, un buen michoacano, diciéndole con el tono lacónico habitual:
– Escucha esto: Tú vas hacer el Inspector General de Policía.
El general Martínez, hombre de buena fe y de excelente voz de tenor, se deshizo en promesas de salud pública y atención total.
Martínez fue inspector, pero las cosas no variaron y ni siquiera ahora, por eso no es la buena intención, al contrario, debe ser la buena estrategia la que cambie el modelo corrupto.
Por qué ahora es difícil disculpar a gobernantes erráticos, ya no es posible que en algún lugar de la república aparezca un gobierno improvisado, incapaz; donde, para variar, los equívocos pueden ser incluso los mismos colaboradores del propio gabinete.
Por lo tanto, para Nacho Campos su gabinete debe de ser de lujo, con los servidores públicos más brillantes y luminosos, y que también ostenten un talento de servidor publico igualado con su misma moral, o sea: No robar, no mentir, no traicionar.
El gabinete del dictador Victoriano Huerta era catalogado como un modelo de hombres con talento; pero ninguno de ellos tuvo la calidad moral de oponerse a los crímenes políticos que hubo o cuando menos de renunciar a su coparticipación en los hechos inmorales de aquél dictador.
Resumiendo, la ciudadanía de Uruapan puede aceptar que los colaboradores de Nacho Campos sean sus amigos, compañeros, parientes, allegados, compañeros de campaña, advenedizos, forasteros; pero, a condición de que sean gente con talento, decente, con amplia preparación para comprender los problemas y solucionarlos; si no directamente, si aconsejando al alcalde; que sepan manejar con talento, con tacto, con eficiencia, las naturales contradicciones que se presenten, los incidentes de la lucha social, los escollos tanto internos como externos de la administración municipal; que sean sabios en el consejo, prudentes en la advertencia, y cuando su jefe se equivoque nunca actuar con el clásico gesto de aprobación incondicional, hasta el descrédito de lealtad perruna.
También, si el virtual alcalde llega a aplicar con toda intensidad el principio de la no corrupción en su gobierno, es decir, la erradicación de los usos y abusos de ese concepto malévolo que hay en la política moderna, sería para Uruapan contar con un gobierno original e inédito, fidedigno.
Para ello, se necesitará de determinación, responsabilidad y conciencia plena de lo heroico de esta cruzada y de los riesgos que implica; y para que sea realidad hace falta contar con colaboradores, mujeres y hombres, con aptitud, con corazón, con coraje, con voluntad para enfrentarse a las inercias del cambio, de la transformación.
Civil o militar, profesionista o técnico, maestra o maestro, pero que sea el mejor ciudadano para trabajar, y quien esté convencido de que “primero es Uruapan, después todo lo demás”. Y dar final al círculo vicioso de gobiernos incompetentes. / Carlos Tadeo Vaca.
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