Este miércoles pasado iba a un ensayo de teatro con una sensación típica de actores: el sinsentido. Por un lado adoramos este trabajo que sacralizamos, y por otro, cada vez que nos vemos sin dinero buscamos otras fuentes de ingresos y cuando las encontramos pierde sentido muchas veces el trabajo en si o incluso el funcionamiento general de la vida.
A mí me llegan preguntas del tipo: ¿Es en esto y de este modo en donde quiero poner mi tiempo, mi energía y mi pensamiento? ¿Me hace feliz?
No espero consejos, he hablado con miles de personas, solo me gustaría que por un momento pudierais sentir ese giro de 180 grados. El miércoles estuve con las pedazo de compañeras y compañeros que tengo, grandes artistas y personas. Simplemente nos movimos, tocamos música, nos miramos, compartimos de corazón, hicimos teatro. Y en esa sala con esos espejos, rodeada de 5 mujeres tirandonos por el suelo… Mi alma descansó, empezó a bailar, a jugar, a disfrutar de cada movimiento, de cada acción, de estar totalmente presente y crear, de ser una con el momento.
El tiempo se convirtió en el vehículo del placer de vivir, el espacio era solamente la distancia que llenaba nuestra energía danzando unas con las otras, las emociones eran reflejos de la consciencia espejada y propia, la música era palabra y las palabras eran música, porque todo era un constante estado de presente y de amor.
Practico espiritualidad desde hace unos 6 o 7 años, es en mi un hábito diario. Conozco el poder del desapego y la responsabilidad de nuestra felicidad. Y sin embargo nada me ha llenado nunca tanto como el teatro.
He oído a centenares de personas aconsejándome que busque trabajos que den dinero, muchas veces juzgando que el teatro no sirve al mundo o es una inmadurez, no me sorprende y tampoco lo condeno, solo me encantaría que vivieran estas sensaciones de plenitud. Incluso en talleres se puede sentir, y a veces es tan fuerte que da miedo.
El arte es, más que el yoga y la meditación, que las amo igual, la mejor vía de comunicación entre el alma y el cuerpo, y a veces, entre Dios y el cuerpo.
Estoy muy, pero muy feliz con los dos proyectos de teatro en los que estoy. Gracias El Ensamble, Teatro Playback Barcelona gracias a los chicos de Teba: Ivonne Morales Rojas , a Martín, a Karla, a Mina, a Diana.
Y también gracias a la vida, a mi alma, a mis genes, a los acuerdos de almas, por ponerme en este camino. Sea hasta el final de mis días. / Xana Sousa, actriz española.
Comments