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La represión contra jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural «Vasco de Quiroga» de Tiripetío, Michoacán, es verdaderamente imperdonable… tan infame… tan desmedido… es una manifestación de abuso desproporcionado de poder, no es posible que elementos de la policía, cuya función es proteger, vigilar, también reestablecer el orden, pero ¿usar armas de fuego en contra de estudiantes?, es una bestialidad.
Peor aún, que el gobernador del estado Silvano Aureoles Conejo niegue el ataque directo a los jóvenes argumentando que los disparos fueron resultado del forcejeo y califica la situación como ¿un “incidente”?, ¿un incidente donde se recogieron 20 casquillos percutidos?…
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, no solo debe expresar su preocupación como lo establece el acuerdo aprobado hoy; condeno enérgicamente esos hechos, porque no es la primera vez que vemos actos de represión de ese nivel en el estado de Michoacán.
Bajo ninguna circunstancia se debe repeler con armas de fuego, una manifestación de personas desarmadas, estos abusos no se solucionan cesando a los funcionarios responsables de sus funciones, en este caso el Director y Subdirector de Seguridad Pública y policías responsables, se les debe iniciar una proceso legal por la responsabilidad tan grande en que han incurrido, por lo que aún sigue el estudiante Gael Solorio Cruz continúa gravemente herido, “el balazo provino de la policía estatal, y para las organizaciones y para todos se trata de “un claro intento de ejecución extrajudicial”, pareciera pues que con haberlos cesado de su cargo, ya pagaron los daños irreparables causados a los jóvenes heridos.
Esta violación de derechos humanos va incluso más allá de la falta de regulación adecuada del uso exclusivo de la fuerza, porque estos actos de represión que se convirtieron en un delito por parte de las fuerzas policiales, no necesitan ser regulados de una manera específica para saber que no se debe disparar a jóvenes estudiantes, ni contra ningún ciudadano que esté haciendo uso de su libertad de expresión, no existe proporción entre la fuerza de unos y otros.
Repruebo cualquier acto de represión, debemos ser exigentes ante cualquier uso de la Fuerza Pública, debemos levantar la voz y exigir que se finquen responsabilidades.
Me parece que en un asunto tan delicado como este, en un gobierno que llegó por la izquierda pero que parece gobernar por la derecha con esas acciones es totalmente inaceptable, insto a la Comisión de Derechos Humanos como al Gobierno del Estado de Michoacán, para que informen a esta soberanía sobre los avances en las investigaciones, a mis compañeros legisladores hago un llamado a que no nos engañemos, ¿qué pasa con estos exhortos que hace el Congreso a las distintas instituciones en las que no ponemos plazos? No pasa nada, solo pasa el tiempo y las cosas quedan en el olvido y todas las preocupaciones manifestadas en el Congreso de la Unión y en las reuniones de comisiones, quedan en la nada.
Si seguimos tolerando y viendo la violencia con calma, vamos a seguir expresando nuestras preocupaciones en la máxima tribuna, para que queden en la nada.
Incito a quienes integramos la Comisión Permanente a darle efectividad a los exhortos que aquí se votan y a que no nos tiemble la mano, ni la voz para actuar en la medida de nuestras posibilidades cuando sea necesario.
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