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¡Cómo no estremecerse hasta las lágrimas con estas imágenes! ¡Cuanta rabia e impotencia tan familiar para nosotros! Me faltan palabras para expresar mis sentimientos ante los hechos que se están suscitando en Colombia. Realmente no sé qué más puedo agregar o decir que no se haya dicho ya, no solo ante este episodio sino por lo similar que nuestros pueblos han vivido en el pasado reciente. Cuba, Chile, Argentina, Paraguay, El Salvador, Puerto Rico, Brasil, Guatemala y sobre todo mi México, tan humillados, tan abusados y violados no solo por los Estados Unidos sino hasta por los propios compatriotas carroñeros que nunca se han tentado el corazón para masacrar a la población a su entero antojo. Y no lo digo solamente yo, es una verdad histórica documentada y ahora difundida por Internet a través incluso, de los propios políticos norteamericanos, de verdad para preocuparse muy seriamente. Nadie puede predecir a ciencia cierta en qué va a parar esto aunque la historia ya nos ha demostrado que lo más seguro es que termine muy mal para el pueblo colombiano. Y nadie podemos hacer nada. O casi nada. Me sensibilizo ante el pundonor y gallardía de quienes aparecen en el video haciendo alarde de dignidad y valor y sobre todo, amor por la patria, situación que se ha ido desdibujando en la clase política de las últimas generaciones para permutarla convenencieramente por el cinismo y la apatía cobarde, tanto allá como acá. Todo esto me revive muchos recuerdos análogos vividos en carne propia y que no voy a describir aquí porque no es el momento ni la tribuna adecuados. Baste recordar esa sentencia que reza «Malditos quienes levantan sus armas en contra del pueblo». Malditos sean. / Víctor Moreno, músico mexicano.
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