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Murió Chris Cornell. Y muchos dirán que con él murió el rock, que fue el último gran cantante de a deveras, que era el verdadero padre del grunge, etc. Lo anterior es cierto en buena medida. No obstante, el rock no morirá con él ni con nadie. Lamentablemente en la actualidad la oferta es muy pobre tanto en el extranjero como en México. Hace falta que surjan otros Chris Cornell o David Bowie, otros Keith Emerson, Freddie Mercury o Jimi Hendrix, otra Janis Joplin, otros Toño de la Villa, Sergio Villalobos o Martín Mayo, Alfonso Guerrero o Rodrigo González; ¡otra Betsy Pecanins! Realmente el mundo del rock y la buena música está bastante devaluado gracias al control de los medios de comunicación que han ido cerrando sus puertas a los verdaderos artistas y creadores en aras de lograr millonarias ganancias fabricando bodrios que la gente consume a través de la televisión y la radio convencionales. Lo sostengo: el rock no morirá nunca, pero si hace falta otra sacudida como lo fueran en su momento el grunge, el punk o el original movimiento rupestre. Más allá de las causas de su muerte, Chris Cornell queda ya alojado en el parnaso del rock mundial y su obra continuará llenándonos de regocijo, emociones y hasta rabia sin importar si lo hizo con Soundgarden, Temple of Dogs o Audioslave. Texto: Víctor Moreno. Christopher John
Boyle (Seattle, 20 de julio de 1964-Detroit, 17 de mayo de 2017), más conocido como Chris Cornell, fue un guitarrista y cantautor estadounidense que adquirió fama por ser el vocalista de Soundgarden, Audioslave y Temple of the Dog. Comenzó su carrera como baterista, antes de convertirse en guitarrista y cantante.3 Según la revista Hit Parade ocupa el puesto número 4 de las mejores voces de la historia del heavy metal, hard rock. En una encuesta del sitio web de la revista Rolling Stone, lo sitúa en el puesto número 9 de los mejores cantantes de la historia, y según Planet rock ocupa el puesto número 22 de lista de las 40 mejores voces del rock (Wikipedia).
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