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En la esquina
Columna
Por El Charrascas
Con su estilo sui generis de hacer política, Carlos Torres Piña se ha ganado el respeto de sus adversarios y admiración de sus huestes. Quienes andamos de cerca del poder, sabemos que a veces la línea delgada de la corrupción siempre se encuentra en el plato de la tentación y vemos, como algunos funcionarios o políticos, van cayendo o simplemente pasan de moda. Otros de la nomenclatura del poder, se ganan los diversos apodos, desde hablantines, mentirosos y farsantes, cosa que con Carlos Torres Piña es todo lo contrario, por que sin duda, es un “padrino” que sabe respetar los acuerdos.
Esta nueva generación de políticos, como Torres Piña, va asumiendo espacios, debido a su prudencia, capacidad y sensibilidad en las cosas que hace. Hoy, Vi a Carlos en Paracho, su tierra y es un personaje respetado. No trae guaruras, anda como simple mortal y es más, hasta echa un poco de bromas.
Torres Piña, pues es, de esos políticos, que sabe sumar amigos, a los adversarios no les reclama nada, pero mide su distancia y eso, con los años le ha funcionado. Todo, pues porque Piña, sabe lo que tiene, lo que quiere y con metas claras hasta dónde quiere llegar. Yo lo veo, como Gobernador de Michoacán un día. Bueno, yo. Digo.
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