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#Uruapan, #Mich.- La presencia de un grupo de comerciantes de diversos giros, entre ellos dueños de fondas y restaurantes en el denominado “Cacerolazo”, desarrollado afuera de la presidencia municipal, es síntoma de la situación económica que ha sido mermada por la pandemia del #Covid19.
Hecho que no es aislado, ya que con anterioridad se habían pronunciado bajo el mismo tenor los músicos de esta localidad y que hoy nuevamente se sumaron a la protesta, y que muy probablemente sea el ejemplo a seguir para el sector comercial en pequeño de esta población, al no ser escuchado por las autoridades correspondientes, ya que Uruapan es una ciudad que vive del “comercio”, y por lo tanto la generación de recursos económicos y fluidez del dinero depende mucho de ello, de ahí que deben ser considerados, aún sin pertenecer a organismos como la CANACO, quienes han sido favorecidos notablemente.
Y es que después de los meses en que se ha tenido restringida su actividad laboral acuden en primera instancia con las autoridades municipales para buscar medidas pertinentes que les permitan regresar a la normalidad reabriendo sus establecimientos y empresas, lo cuál se fundamenta en las garantías y derechos constitucionales como prestadores de servicios, y en donde los actores políticos y autoridades gubernamentales de los tres niveles de gobierno tienen la responsabilidad de escuchar y plantear medidas que apoyen a los afectados ya que de otro modo las acciones que podrían llevar a cabo los afectados tendrían consecuencias inesperadas, sobretodo durante todo este año.
Las necesidades del ciudadano común son múltiples, pero en estos tiempos se debe de mantener un diálogo entre la autoridad y el sector comercial, en este caso en particular; porque uno de los compromisos de todo gobierno es salvaguardar la estabilidad y armonía del pueblo por medio del fomento al trabajo, aún en esta emergencia sanitaria. Deben de existir estrategias viables. porque la manifestación del día de hoy puede tener eco en otros gremios o agrupaciones, y no nos caiga de raro que el día de mañana estemos ante la presencia de otro pronunciamiento como el del “Cacerolazo”, lo cual reflejaría un síntoma de incapacidad del gobierno para resolver situaciones sociales que deben atenderse y no hacerles caso omiso / Juan Barrientos Figueroa.
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