CDMX.- A lo largo de mi vida he procurado aprender el oficio de ser músico, no en balde soy hijo de un cantante de ópera y estoy cierto que lo más probable es que me vaya de este mundo sin haberme satisfecho en este afán.
Soy rockero por naturaleza, cultivador de sonoridades pesadas y densas desde antes que existiera el heavy metal, que me encanta, más no obstante, también disfruto mucho la música clásica o la exquisitez de un buen jazz o blues.
Gracias a mi aferre he tenido la oportunidad de conocer y tratar con gente de la talla de los hermanos Infanzón, los Laboriel, los Tena o los Carrión y en este caso en particular con Rafael Mendoza que si bien no puedo decir que somos amigos, me precio de haber contado con su atención en eventos donde hemos coincidido.
La canción “Soy mi voz”, es un derroche de elegancia y buen gusto y qué bueno que se haya logrado esta grabación a cargo de tan hermosas y talentosas divas sin dejar de mencionar a los dos Jorges en la guitarra y la armónica.
Nunca tuve el gusto de tratar con Betsy Pecanins, el tiempo me ganó la partida y espero algún día platicar con Cecilia Toussaint lo cual anticipo será sumamente edificante y aleccionador.
Ojalá en el Rock Mexicano surja alguien con ese mismo nivel como compositor ya que fuera de los trabajos de Jaime López o Rafael Catana, la caballada se ve flaca, al menos en la Ciudad de México (en la provincia hay mucho talento que no conocemos) y no lo digo en demérito de lo que hacen Armando Rosas, Roberto González, Carlos Arellano o David Haro, es solo que ellos se mueven en otra esfera y en nuestro rock hacen mucha falta trabajos de nivel, con categoría y autoridad como alguna vez lo hicieran Luzbel, Kerigma, Toncho, Guillermo Briseño o el Pájaro Alberto.
Mientras ese día llega, disfrutemos de todo lo que hizo Betsy Pecanins mientras la tuvimos entre nosotros. / Víctor Moreno, músico mexicano.
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