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En la esquina
Columna
Por El Nanche
Realmente, a mi Silvano Aureoles Conejo me tiene asombrado. Es un tipo alegre, buena sangre y tiende a ser un estadista. Ya su hermano Antonio García Conejo se encuentra haciendo una maestría en Derecho, y Juan Luis, es regidor en Huetamo. Eso denota que son gente que busca prepararse para afrontar los retos que claman los tiempos de ser políticos honestos, con mucha sabiduría y mucho corazón en lo que hacen.
El gobernador Aureoles, es astuto y todo capta. No así su gente, que va muy atrás. La presidenta del DIF del municipio, que es madrecita del alcalde Juan Hernández, le solicitó seis sillas de ruedas y luego luego, el Jefe Silvano, se las autorizó.
Así, pues lo vimos, ayer, muy contento, amable con toda la población de Charapan y se llevó un buen sabor de boca al irse a Morelia. Allá en Charapan, Aureoles, hasta se tomó una foto con los periodistas, bien sabe Aureoles, que es fundamental estar bien con los tundeteclas y sobretodo con los que generan opinión. Por ahí, vimos a la Yamillet, pero hace su chamba muy burócrata. Lo cierto, es que sería bueno que Julieta López, de vez en vez anduviera más de cerca con Silvano, para que lo conozca y sepa entender lo que busca. Julieta López, a quien los comunicadores de Zitácuaro, la bautizaron como “La Changunga”, es buena, pero puede ser mejor. Digo.
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