Paracho, Mich.- No cabe duda de la gran hermandad que existe entre nuestro pueblo mexicano y Cuba, la cual se ha ido expresando a través de la historia de ambas naciones.
Tal identidad se constató nuevamente el día de hoy con la presencia de la doctora Aleida Guevara March, en esta ciudad donde fue recibida con gran emoción por todo el pueblo de Paracho, en un recibimiento organizado por el gobierno, abanderado por el edil José Manuel Caballero Estrada y el asambleísta federal Carlos Torres Piña.
La Doctora Aleida Guevara, como huésped distinguida, fue llevada por las calles principales de la llamada “Capital Mundial de la Guitarra”, al ritmo de la música de viento y canciones propias del folclore purépecha; mostrando una notable felicidad en su rostro, por encontrarse en tierras michoacanas -la tierra de Manuel Mercado y Manuel Ocaranza, los amigos fraternales del prócer cubano José Martí- y más cuando viene justamente a contribuir con su aportación como doctora especialista en temas pediátricos, donde dará atención a los pequeños indígenas que tienen problemas de salud, al tiempo de dar capacitación clínica y compartir su experiencia personal a la comunidad médica de esta región.
Fue interesante escuchar la palabra ecuánime y centrada en contenido de sencillez y humildad, que expresó en la plaza principal la doctora cubana, donde las autoridades escuchaban atentas y el pueblo embelesado por sus palabras se encontraba grabando en su memoria cada frase suya y más cuando inspirada en su discurso expresaba que “América es sólo un pueblo”, y que venía a dar atención como una doctora más, sin afán de sensacionalismo, ni protagonismo; más bien, con ese afán de sencillez que tienen todos los cubanos que aman nuestra nación y que fue sembrada por aquellos personajes bilaterales que demostraron su solidaridad incondicional en los momentos tan críticos que vivieran ambas naciones, es decir Cuba-México.
Esto me recuerda la relación de hermandad y apoyo que sembraron el General Lázaro Cárdenas y el Doctor Fidel Castro; por tal razón, la presencia de esta especialista, hija del “Che” Guevara -un personaje que sigue siendo grande en America Latina-; dignifica y enorgullece al pueblo de Paracho por tener en su tierra fértil, tierra del antiguo Señorío Purépecha, a una doctora de gran calidad humana, que no distingue colores ni banderas, distingue el enorme compromiso del juramento hipocrático que preserva, poniendo en empeño toda su fuerza e inteligencia para dar bienestar y salud a sus semejantes. ¡Bienvenida doctora Guevara, la tierra purépecha la recibe con amor y distinción!./ Lenin G. Medina.
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