Morelia; Michoacán, 12 de abril de 2018.- La utopía zapatista no es poseer sino compartir, por ello, la lucha de Emiliano Zapata “nos debe lleva a reflexionar sobre la necesidad de un debate en torno a la política agraria, y las reformas que se requieren para garantizar no sólo la tenencia de la tierra, sino la permanencia de los recursos naturales, culturales e históricos, así como el papel futuro del campesinado en México”, afirmó la diputado local, Cecilia Lazo de la Vega de Castro.
Al hacer uso de la máxima tribuna en el Congreso del Estado a nombre del Grupo Parlamentario para emitir un posicionamiento a propósito del Aniversario Luctuoso del general Emiliano Zapata, resaltó “como legisladores tenemos que tener bien presente los ideales del Caudillo del Sur, y enfocar nuestros esfuerzos en seguir garantizando la democracia, la libertad y la justicia, que son la base sobre la que habremos de construir el México que todos anhelamos”.
En ese contexto, la diputada integrante de la Comisión de Gobernación subrayó que el trabajo legislativo que aquí realicemos debe estar encaminado a lograr la utopía zapatista y tener como eje la dignidad del ser humano y su bienestar.
Cecilia Lazo de la Vega manifestó en el Pleno de la LXXIII Legislatura local al recordar la lucha de Zapata, que lo que se ganó a través de la lucha social con el Caudillo del Sur en nuestro país, se está entregando poco a poco a los intereses extranjeros, a través de las tan anunciadas reformas estructurales del país.
“Tierra y libertad, tierra y justicia, fue sin duda lo que se sintetizó en el Plan de Ayala, para fundamentar la libertad económica del pueblo mexicano, y sentar las bases de todas las libertades públicas; no como ahora que las leyes y reformas solo aseguran sillones presidenciales y espacios para los ambiciosos de poder y de riqueza”.
La diputada local añadió que un hogar para cada familia, una oportunidad para cada mexicano y tierra para todos, fue lo que soñó el Caudillo del Sur, los ideales de aquel revolucionario, son muy distintos a las expectativas de los discursos mesiánicos que hoy nos ofrecen quienes pretenden engañar a la gente.
Recalcó que la mirada de Emiliano Zapata no se encontraba puesta en una silla presidencial sino en las profundidades sociales, su condición campesina lo llevo a formarse una verdadera convicción democrática.
Aunado a lo anterior, agregó que mientras Zapata busco evitar la sumisión total a la lógica de la competencia sin restricciones y la defensa de la tierra con reformas decretadas al artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hoy el gobierno federal hace alarde de las reformas y políticas entreguistas de los gobernantes neoliberales que han teniendo como común denominador la corrupción y la impunidad.
Finalmente puntualizó que el discurso de Zapata no contempla metas sino horizontes, no busca realizar el gran acontecimiento, sino vivir un proceso permanente de creación del mundo nuevo, practicando la democracia como cultura del respeto y confianza en las instituciones.
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