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En el PRD reconocemos el apego a la legalidad de nuestro compañero Manuel Granados al separarse en tiempo y forma de la Presidencia Nacional de este instituto político.
El PRD no es un personaje, sino la militancia que ha trabajado para construirlo, fortalecerlo y será ésta quien más abonará en este proceso de transformación interna.
Cabe destacar que el PRD sigue siendo un partido político comprometido con la izquierda democrática y con las causas que le dieron vida pero ahora afronta los retos de actualizarse, ser un instituto político con mayor competitividad no para responder las acciones de otro partido sino para enfrentar las condiciones que hoy afronta nuestro país que, dado los resultados del pasado primero de julio, son distintas.
En el PRD ya iniciamos un proceso de diálogo y acercamiento con las y los militantes perredistas y con la ciudadanía para definir el rumbo de este partido. Este instituto político continúa en esa ruta.
El PRD siempre seguirá siendo un partido fuerte porque es un instituto construido con acciones, hechos y causas.
Estamos convencidos que, derivado de las recientes decisiones tomadas, tendremos un Congreso Nacional sumamente productivo el cual será el eje de ruta de renovación, apertura y democratización necesario para el PRD.
Hacemos del conocimiento a la opinión pública y a los medios de comunicación que como lo señala el estatuto del PRD el Secretario General, Ángel Ávila Romero, asumirá la presidencia como encargado de despacho.
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