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Al igual que en ese encuentro de la selección mexicana, en el mundial de USA 1994, cuando la afición esperaba un cambio revulsivo que le diera esperanza a los mexicanos, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, se guarda los cambios que urgen.
Desde hace algunos meses se rumoraba que ya se había roto una relación de amistad en el primer círculo de la esfera de poder, los cambios se antojaban inminentes pero las elecciones y el escenario político obligaron a aguantar las modificaciones.
Después del 1 de julio, en el que se demostró que los operadores y supuestos asesores de imagen sirven más que para puras habas, los cambios se antojaban inmediatos, pero se volvieron a enfriar los animos.
Estamos ya en agosto, en la víspera del informe, el Gobernador debe de dejar que le hablen bonito al oído, las cosas están mal en Michoacán, en muchos sentidos y en algunos casos, el supuesto trabajo de los encargados de distintas áreas del gobierno del estado es pura ficción, ni atienden ni resuelven las necesidades de la gente.
Tema aparte es la CGCS, en donde su titular Julieta López, ha usado su puesto para figurar políticamente, no le alcanzó para absolutamente nada de manera personal ya que se quedó sin ningún espacio para poder competir en las elecciones ni de pluri y ni con el aparato del estado logró que Edna Díaz ganara la diputación federal.
Pero por razones que nadie se explica, sigue haciendo negocios a costa de la coordinación, porque trabajar en lo que le toca jamás, no atiende, no responde mensajes ni llamadas, tiene su grupo, con el que comparten negocios y quien le apoya cuando se trata de golpear o mover el piso, como lo hizo con Juan Bernardo hace algunas semanas.
No hay peor ciego que el que no quiere ver y así está Silvano, hasta en persona y delante de varios testigos se le ha dicho que Julietita no sirve ni para sacar una perra flaca de la milpa, dirían en el rancho, pero al gober parece no importarle, cosa totalmente distinta de lo que pasaba cuando fue diputado federal.
Y es que para Julietita no existe nada malo, los periodistas que no coinciden con su forma de ser es porque son poca cosa, sobre todo los del interior del estado, tan poca cosa que le van a armar un show de buena calidad a Silvano en unos días, porque una cosa es ser paciente y otra ser pendejo.
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