Toluca, Estado de México.- Hace dos años y medio Ricardo Sánchez Luna, de 50 años y originario de Puebla, llegó a la capital mexiquense acompañado de sus tres hijos y la esperanza de encontrar una mejor calidad de vida.
Aquí encontró la oportunidad de que le prestaran una vivienda y es en la actualidad voluntario del Banco de Alimentos, Caritas del Estado de México, Institución de Asistencia Privada (IAP) que forma parte de las 236 organizaciones registradas ante la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM).
“Mi señora me dejó, me dejó con mis tres niños y me prestaron un terreno. Estoy viviendo aquí a 300 metros (haciendo referencia al Banco de Alimentos). De los niños, tengo una niña con parálisis cerebral”, expresó.
Sin interrumpir su trabajo, que consiste en acomodar los donativos de alimentos, pesarlos y preparar las entregas para diferentes instancias, dedicadas a la asistencia social, agregó que “pasé por las inmediaciones del banco, yo no conocía el lugar, y uno de personal de Vigilancia me invitó a pasar para que se me apoyara, ya sea con verduras, alimentos, abarrotes, pan, tortillas porque mi situación era definitivamente muy escasa”.
La Trabajadora social Ana Lilia Baltazar Hernández, quien colabora en el Banco de Alimentos, tuvo conocimiento desde un inicio de este caso, y recordó la manera en que ella conoce a Ricardo Sánchez, “él temblaba y pues la verdad vi que tenía mucha frustración. Me empezó a platicar su situación, necesitaba que alguien lo escuchara, ya que tenía días que su esposa lo había abandonado. Dejó a tres chiquitos, la más pequeñita una niña cuadripléjica.
“Así como el caso de Ricardo, “hemos tenido muchos. Él es uno de muchos casos que han llegado y la Junta de Asistencia Privada del Estado de México ha sido un gran respaldo para nosotros. Tenemos 20 años perteneciendo a la JAPEM, puesto que es un rector muy importante para nuestra labor”, señaló la trabajadora social.
De acuerdo con información oficial, la JAPEM tiene como objetivo central, fungir como órgano promotor del desarrollo de la Asistencia Privada, respaldando y apoyando el trabajo profesional, eficiente y desinteresado de las organizaciones que se constituyan como Instituciones de Asistencia Privada.
Marco en que se circunscribe el trabajo del Banco de Alimentos, donde Ricardo Sánchez Luna, asiste todos los días, como voluntario. En este contexto, comparte también momentos de su vida familiar en una pequeña vivienda, en la que hay que atravesar camino de terracería para llegar a la Colonia San Juan de La Loma, donde muestra su entusiasmo de recibir a los visitantes y expresa con énfasis: “si no lucho por mis hijos, quién lo va a hacer, el amor nos hace sacar a nuestros hijos adelante”.
Afuera se escucha el avecinar de la lluvia, los truenos y el aire interrumpen a momentos la conversación y el señor Ricardo aprovecha para abrazar a Analís, su hija de 13 años de edad, quien padece parálisis cerebral.
La menor corresponde a las sonrisas de su padre, a un costado de ellos, Jaciel, mellizo de Analís, quien, cuando sea grande desea ser abogado para ayudar a su papá. La cuarta integrante de la familia, Yeritza, de 15 años de edad, “se fue ahorita a la prepa, mi hija ha asumido responsabilidades de madre, pues peina a Analís y me ayuda en la casa”, comentó con orgullo Ricardo.
Para quienes se encuentran en situación de padres solteros, expresó que “no se dejen llevar por el sentimiento, porque el sentimiento nos lleva a la calle, a la drogadicción al alcoholismo, debemos levantarnos y pensar qué vamos a hacer por nuestros hijos, vamos a echarle ganitas. Esas ganas nos van a sacar adelante y vamos a tener el triunfo por nuestro hijos”, concluyó.
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