Morelia, Michoacán a 1 de junio de 2018.- Luego de disfrutar unos días de descanso en España (¿lo habrá pagado con su dinero?) el rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Medardo Serna, regresó a Michoacán a “patear el pesebre”. Los aires de la “madre patria” lo hicieron modificar su discurso y ahora es aliado de quienes hace unos meses fueran sus férreos críticos, Eduardo Tena Flores, líder del sindicato de empleados y Gaudencio Anaya, que encabeza el gremio de los profesores universitarios, y se puso a criticar al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Desde que inició su rectorado, Medardo encontró en Aureoles a su mejor aliado, pues en todas y cada una de las crisis de la Universidad, el gobernador de Michoacán acompañó a los nicolaitas. Si no ha caído la Michoacana es gracias a los constantes esfuerzos del titular del ejecutivo estatal. ¿Ya se le olvidó a Medardo que ahora grita exigiendo audiencia?
De forma también inexplicable, el rector de la universidad se pone a criticar las decisiones del Congreso local, “patea el pesebre” y “se pelea con la cocinera”; comete un pecado capital en la política y le entra a la confrontación en lugar de continuar con una diplomática mediación que le permita obtener mejores resultados.
Que luego no se queje Medardo Serna, pues sus erradas decisiones complican aún más el futuro financiero de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. El rector se puso a jugar a la política en lugar de procurar las mejores condiciones para los jóvenes estudiantes que confían en la máxima casa de estudios del estado.
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