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Kubrick es un perverso: esa es la clave de este film subvalorado. No creo que su último filme sea un fracaso: la historia trata de un médico gris, rutinario, y un día infortunado, entra al universo de los celos para no salir nunca jamás. Kubrick necesitaba la imagen odiada, envidiada y admirada de un star. Tom Cruise cumple el papel de imbécil a la perfección. Kubrick es maligno. No recuerdo haber leído críticas o análisis entusiastas del filme: ¿sólo yo gusto, a rabiar, de Eyes wide shut? Recuerdo claramente cuando vi el estreno, estaba yo espantado, temía que al imbécil marido herido en su amor propio, lo fueran a raptar o a destripar, cuando deambulaba insomne, torturado, abismado; y entre más angelical lo pone Kubrick, más sientes conmiseración por algo tan terrible como los celos por el deseo de tu mujer por otro…y pensar que casi todo el maligno poder de los celos se despliega en un escenario teatral maldito habitante en nuestra mente de celosos. Para mí, es El filme sobre los celos; el tema siempre me ha interesado y la verdad, no hay grandes filmes, ni obras literarias al respecto.
De Shakespeare, su Othelo, encarna valores empolvados, de hace ya muchos siglos. Total que la música y los espacios nocturnos, me angustiaron mucho…la vi tres veces en una semana. Como para decirles a los celosos: «Mira amigo: hay millones de tíos que la tienen más grande que tú, y son guapos, ricos, inteligentes, alterofílicos y afortunados en el amor…ya te fregaste; mejor aguanta la vara, acéptalo; además casi todas las mujeres nos dejan y de alguna manera, siempre morimos solos». Todos, celosos y no celosos, ya sabíamos de qué va el asunto. Así pues, de eso, ni la Dianética nos salva…
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