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La menta, Mentha piperita, es una planta medicinal y aromática perenne que pertenece a la familia de las Labiadas originaria del Mediterráneo. Famosa por sus cualidades para refrescar el aliento y su uso en dulces, menta también es una hierba medicinal increíble, cuyas propiedades han sido reconocidas desde la antigüedad y respaldada por la ciencia moderna. Es una de nuestras hierbas favoritas, a medida que crece como loca, tiene un sabor delicioso y es muy eficaz tanto en los tés como un aceite esencial .
La investigación ha demostrado menta para ser un tratamiento seguro y eficaz para los adultos y los niños con una variedad de problemas estomacales, como náuseas, síndrome del intestino irritable, espasmos del colon y el gas, la indigestión y cólicos del lactante. Por ejemplo, un estudio mostró una reducción del 50% en los síntomas de síndrome de intestino irritable, entre el 75% de los pacientes que lo han probado, mientras que otro estudio mostró aceite de menta “mejora mucho” síntomas de dispepsia en 67% de los pacientes. Sus propiedades para combatir las náuseas son tan fuertes que incluso se ha utilizado con eficacia para reducir las náuseas inducidas por la quimioterapia.
La menta es también un expectorante y descongestionante eficaz, ayudando aclarar a la congestión nasal y del tracto respiratorio y aliviar los síntomas del resfriado. Mientras que el extracto de hoja de menta se ha demostrado para aliviar los síntomas de rinitis alérgica. Igualmente se ha demostrado para aliviar el dolor (incluyendo dolores de cabeza y dolor muscular) y el estrés y mejorar la concentración y la memoria.
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